He tenido una semana abrumadora y la que viene será del estilo. Tengo que reconocer, que no he tenido mucho tiempo para informarme de los últimos acontecimientos. Es evidente que han pasado cosas y al que suscribe le llama la atención poderosamente una: la aparición de un nuevo partido político y el resurgimiento de otro.
Es absolutamente cierto que nos da la impresión de que en este país no pasa nada, que no notamos avances a mejor (pese a que nos los repitan) y que a pesar de los muy graves problemas que tenemos no se buscan soluciones con la rapidez que deseamos.
Lo más probable es que los que no somos políticos, los que no entendemos profundamente las directrices de la macroeconomía, o no conocemos los entresijos de los mercados internacionales estemos deseosos de ver el final del túnel.
Ese sueño estoy convencido que lo tenemos todos los ciudadanos españoles. Todos.
Pese a ello, tenemos que ser realistas. Pienso que de la discrepancia puedan resurgir nuevas ideas, nuevas soluciones y por supuesto, mayor bienestar .
El dividirse, el fraccionarse por un "quítame esas pajas" o por querer imponer una idea, sobre todos los demás compañeros no me gusta. Y no digo que no me importen las personas. En una agrupación, en un periódico, en un equipo o en un partido TODOS son importantes. Todos tienen voz . Los de que ocupan cargos de responsabilidad y los que no, los que salen en las televisiones y los que no, los que llevan 30 años y los que empezaron ayer.
Los ciudadanos creo que no necesitamos más siglas, eslogan, ni monsergas. Necesitamos RESULTADOS. Si ayer pensaban que el partido en el que militaban era el mejor, sus compañeros los más competentes, y aceptaron sus idearios, yo me pregunto:¿por un punto de discrepancia, hoy todo ha cambiado?
Yo respeto mucho a todo el mundo, y que rectificar es de sabios, pero creo que se equivocan cuando lo que priman son los personalismos. Los ciudadanos están hartos de los políticos según todos los informes. Por eso me pregunto: ¿nos hacen falta más partidos? más fundamentalistas? ¿Hay que volver a los extremos? Según las encuestas, suben las intenciones de voto para las ideologías de extrema izquierda y extrema derecha.
¿Esto es lo que realmente queremos en lugar del consenso? Yo no.