Poder femenino

En la naturaleza es la hembra la que, por su constitución, suele estar mejor preparada para la supervivencia. Es lógico ya que, generalmente, es la que mayor "preocupación" muestra por la perpetuación de su progenie, por lo tanto de la especie, limitándose el macho a transferir sus genes. Esta disposición es puramente biológica, y está presente igualmente en la especie humana. Hablo de biología, no de cultura, ni de roles aprendidos, con lo que nadie busque indicios de machismo en esta afirmación.

Quien quiera saber más sobre la diferencia psicológica entre sexos humanos no tiene nada más que leer, para empezar, los libros de Louann Brizendine sobre las similitudes y diferencias entre ambos cerebros, femenino y masculino, para comprender que, además de las evidentes diferencias físicas, nuestros comportamientos están regidos por bioquímicas específicas [http://bit.ly/1eGXc0d].

Una diferencia que no tiene que nada que ver con cómo fue posteriormente relegada la mujer en nuestra civilización. En esa postergación tuvo mucho que ver el desplazamiento de las religiones ancestrales por parte de las monoteístas. Las pruebas arqueológicas muestras que durante 20.000 años no hubo más divinidad que la Gran Diosa hasta que, entre los milenios VI y III a.C., por necesidades socioeconómicas, surgió el concepto de Dios varón. Fue el excedente agrícola lo que provocó ese desplazamiento de la mujer, y de la Diosa, a manos del varón y del Dios. Desde esos momentos, se impone la sumisión de la mujer tanto en la tierra como en el cielo.

Otro rumbo habría tomado la historia humana si, gracias a la diferente naturaleza femenina, no hubiese tenido lugar dicha imposición, y las mujeres hubiesen mantenido la posición que nunca debieron perder. No es difícil imaginar que, en lugar de violencia y competitividad, posturas netamente masculinas, ellas, hubiesen optado por mostrar mayor empatía hacia el otro y búsqueda del bienestar común.

Vemos todos los años la misma escena: el 8 de marzo, los líderes se hacen fotos y repiten las mismas palabras del año anterior, sin que se vean progresos en la igualdad intergénero. Dicho día es designado oficialmente por la ONU como "Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional". En ciertos países se ha convertido en fiesta nacional, mientras que en el nuestro, debido a la nueva reforma de la ley del aborto, se retrocede treinta años, incluso más, pues se vuelve a tratar a las mujeres como personas incapaces de decidir sobre su propio cuerpo.

Asombra saber que la comisión de expertos encargada de elaborar el informe para dicha reforma estaba compuesto por quince varones ¡y ni una sola mujer! Si para decidir sobre el cuerpo femenino únicamente se tiene en cuenta la opinión masculina, no puede sorprender que, según un estudio realizado por la revista "Journal of Sexual Medicine", el 35% de las mujeres no conozca el orgasmo [http://mun.do/Lqx6X7]. Sintiéndolo por ellas, les recomendaría que no se les ocurra preguntarles a los miembros de este gobierno qué es lo que se puede hacer al respecto? por la cuenta que les tiene.