Es la sociedad griega antigua la que enlazó las civilizaciones de Asia y Europa, donde podemos pensar que sería la cuna de la civilización occidental. Es aquí, cuando y donde se realiza la primera reflexión del ser humano en su propia realidad y se comienza a valorar al anciano en la sociedad. Fueron Homero (s. VIII a.C.). A continuación, en el siglo V a. de C., Eurípides, Hipócrates, Sócrates, sus discípulos Platón y Aristóteles (s. IV a. de C.), y muchos otros, escribas, sacerdotes, emperadores, etc., los que escribieron sobre la consideración social que tenían los ancianos en aquellos años.
La valoración social del anciano en el principio de Grecia se fundamentó principalmente en los escritos bíblicos, desde el Génesis a los Evangelios : "en los ancianos está el saber" (Job,12,12), "busca la compañía de los ancianos" ( Eclesiástico 6,35). También recibieron influencias de Egipto, donde el anciano estaba muy bien considerado y se procuraba envejecieran con dignidad. Fue en Egipto donde surgió el vocablo anciano, resultante de la voz egipcia an (manifestación divina) y Heh (suma de años). Por su largo vivir y experiencia, era considerado portador de gran saber por lo que merecía respeto y deferencia, estimaciones que más tarde llegarían a Grecia. Aportaciones que en Grecia estimularon a la reflexión, estudio y valoración de los filósofos y pensadores mencionados anteriormente, originando un gran momento histórico cultural y social, en el que el anciano alcanza un gran poder, así, el consejo de los jóvenes griegos, antes de tomar grandes decisiones, consultaban al consejo de ancianos (Homero). En tiempo de Solon (Eupatrida) dicha actuación de asesoramiento se transformó en el Areópago, institución aristocrática de ancianos con alto poder, que se mantuvo hasta que llegó la fuerza griega de la juventud democrática, con el que perdieron todos los valores de la sabiduría y los poderes políticos, jurídicos, etc., quedandose solo con los honoríficos.
A medida que va transcurriendo el tiempo, el anciano va perdiendo dignidad y honorabilidad. Vuelve a surgir lo escrito en el papiro egipcio Ptah-Hotep, "Que penoso es el fin de un viejo", se va debilitando cada día, su boca se vuelve silenciosa y sus facultades intelectuales disminuyen". Situación valorada por Eurípides cuando ya era viejo, que describe en su obra "Hércules", la sociedad que había vivido, donde enaltece a la juventud y considera la vejez como la edad triste que antecede a la muerte. Similar descripción hizo Sófocles, cuando vivía su vejez, en su obra "Edipo en Colona", donde Edipo dice "todo aquel que quiere prolongar la corta duración de su vida me parece un insensato".
Finalizo haciendo referencia a la contraposición de dos grandes pensadores del pensamiento griego, Platón y Arístoteles. El primero ensalza al anciano, considerandola persona llena de sabiduría, experiencia, sensatez, equilibrio, capacidad de razonamiento, etc. que hacen ser al anciano merecedor del mayor respeto y dignidad posible, como expone en su obra "República", que más tarde citará reiteradamente Cicerón en palabras de Catón. En el lado contrario está la ideología de Arístoteles que expone en sus obras: "Política", "Retórica" y "Ética a Nicómaco", en las que responsabiliza a la vejez de cuantos males encarnan en los humanos y vuelve a resurgir y extender el concepto "la vejez es una enfermedad". Teoría que más tarde sería recusada y anulada totalmente por Galeno de Palermo (129-200 d.C.), discípulo del dios Asclepio en el Asclepeion de Pérgamo y estudioso de la obra de Hipócrates , que siempre sería su principal referente.