El efecto NIMBY ataca de nuevo

NIMBY, para el que no lo sepa, son unas siglas inglesas que significan Not In My Back Yard (no en mi patio trasero). Consiste en la reacción que se produce entre determinados ciudadanos que se organizan para enfrentarse a los riesgos que supone la instalación en su entorno inmediato de ciertas actividades o instalaciones que son percibidas como peligrosas o debido a sus externalidades.

Uno de los ataques de este efecto que todavía estamos padeciendo, fue el de "NUCLEARES NO" de hace ya varias décadas. Una sociedad retrógrada y asustadiza que era la española de los años ochenta, se hizo caso de los grupos verdes (a los que yo llamo sandías, porque son verdes por fuera y rojos por dentro), para que no se construyeran centrales nucleares en nuestro territorio. Gracias a lo cual, el coste de nuestra energía no ha parado de subir y, es ahora, cuando lo bolsillos los tenemos apolillados, cuando nos preguntamos si hicimos bien en unirnos al efecto NIMBY de los ochenta.

Ahora, en el siglo XXI, vuelve a producirse un efecto NIMBY en relación a las prospecciones petrolíferas de Canarias y Baleares; aunque esta vez, el efecto ha mutado en un nuevo nombre: EFECTO GAMONAL.

Y es que siempre son los mismos; verdes, izquierda unida, PSOE? jaleando, de una u otra manera, a los pobres ciudadanos a los que les llenan la cabeza con mentiras y exageraciones para que sean ellos los que se pongan delante de los antidisturbios, mientras ellos se quedan tranquilitos en sus sillones de diputado.

Ahora bien, no les hablan de la riqueza que experimentarían si se encontrara petróleo en España, si fuéramos de esos países que no pagan ni tasas ni impuestos, porque son tan sumamente ricos que el estado lo sufraga todo. No les hablan del poder internacional que adquiriríamos. No les hablan de que, gracias a ellos y sus energías renovables, pagamos verdaderas locuras cuando nos llega la factura de la luz o la gasolina. De lo que les hablan es de la desaparición de la foca monje o de un ave que ni siquiera sabían que existe, atemorizando a la población, una vez más, para poder conservar su escaño y poder inflarnos a impuestos, para tener controlada a la masa.

Señores, pretenden que vivamos en una época feudal, solo que ahora se llaman políticos y no caballeros ni nobles. El fin es el mismo, tenernos "acongojados" y brindarnos una falsa protección a cambio de pagarles unos tributos que, cada vez más, son inaguantables.

Españoles, ¡abrir los ojos! y darle una patada al efecto NIMBY que todavía estamos a tiempo.