Rey por un día

Quisiera con vuestra permiso revivir en fotogramas los pasajes de un día único. ¡Puede que haya sido un sueño!.

No pude contar a las personas que sonreían, imposible captar todos los detalles, pero sí algunos; a mis queridos amigos de Aviva y sus corazones, a Héctor entre una algarabía de infantes, a Alejandro en lo alto de la montaña, a Sandra sorprendida en nuestra carroza real. Sí, soy el Rey Gaspar y os conozco.

La noche mágica pasó entre sueños de bicicletas, puzzles, muñecas, mascotas, ilusiones, luces, villancicos, pajes, pastores, caramelos, ¡perdón por algún que otro caramelazo!, los saludos infinitos y los besos dulces.

Las miradas. Quisiera regalaros a todos el sentimiento que despierta la mirada del niño entre el temor y la admiración, esa mirada se clava y no se olvida, esa mirada es esperanza, esa mirada detiene el tiempo y te colma de satisfacción, esa mirada es la fuente eterna de la fe en el hombre a través de la bendita inocencia de un niño.

El mensaje leído en el balcón del Ayuntamiento y dirigido a niños y a todos los que velan por ellos versaba así:

"Queridos niños de Salamanca:

Los Reyes Magos somos amigos de un niño nacido en un pesebre; entre las caricias, cariño y calor de sus padres, y os traemos un mensaje de paz;

Mañana cuando os despertéis, abrid los regalos con el corazón, compartid juegos y alegría.

Sois fruto del cariño de papás, hermanos y abuelos, no olvidéis devolver la felicidad a quién os rodea, haced reír a quién está triste y acompañad a quién lo está pasando mal.

Habéis sido muy buenos y por eso todos vais a tener vuestros regalos, pero también os vamos a pedir varias tareas, sabemos que lo vais a hacer muy bien; pintad de arco iris vuestra casa, vuestro colegio, cada rincón de Salamanca, que los amigos y la ilusión sean vuestros compañeros de viaje.

La vida es un sueño muy real, y cada uno de vosotros un pequeño milagro que se hace más grande cada día, recordad siempre al niño que sois, sed amables, gentiles con los mayores, y cuando tengáis dudas, seguid a la estrella misteriosa que como a nosotros nos lleva a conocer al niño Jesús.

Queridos niños de Salamanca, sed siempre buenos, felices sueños.

Que la magia de esta noche os envuelva durante todo el año 2014.

Éste, que ha sido Rey por un día, el Rey Gaspar, no podía dejar pasar la oportunidad de recordar a todos, que somos el niño que fuimos y en nuestras manos está la felicidad de quien nos encuentra y comparte en el camino de la vida.

A Elena, la estrella de mi vida.