Hay cosas simples que a las personas nos cuesta confesar.
La mayor parte de las veces no tienen ninguna transcendencia y solo nosotros le damos importancia, pero nos cuesta, nos cuesta? Quizás porque nos enfrentamos al rechazo injustificado, que es el peor. Así que nos escondemos y camuflamos entre los demás, esperando que llegue el momento en que seamos un número a tener en cuenta y nadie se atreva a meterse con nosotros.
Yo jamás me habría lanzado a escribir un blog de no haber tenido uno de esos momentos en los que dices "¿por qué no?". Cada una de esas decisiones necesitaron de un empujoncito previo. Las personas necesitamos de alguien o algo se cruce en nuestro camino y nos dé confianza para enfrentarnos a nuestras pequeñas guerras personales en forma de proyectos.
Cuando recibí la propuesta de Salamancartv.com escuché uno de esos "¿por qué no?" danzando en mi cabeza, pero no tardé mucho en decidirme por el sí. Llevaba tanto tiempo dando vueltas a cómo darle un poco de vuelo a mi blog personal (sin éxito, todo sea dicho) que la llamada de esta nueva plataforma ha sido como un rayo divino directo desde el Olimpo.
Podría presentarme, pero no tengo demasiadas credenciales. Soy persona, es de lo que más me enorgullezco. Me gusta la música. Hago música. Por eso cuando me pidieron un título para esta columna lo tuve claro. Música en los bolsillos. Porque sin música la vida sería mucho más aburrida. Disfruto de música, propia y ajena. Si tuviera que escoger un género por encima de todos, sería incapaz. Puedo saborear una canción de Alaska casi con el mismo gusto con que lo doy todo cantando una misa de Mozart. La música está en todas partes, la llevo siempre conmigo.
Llevo escuchando música desde mucho antes de lo que llevo haciéndola y ya son muchos años. Estudié piano, para después hacerme organista. Por el camino he sido cantante y organizado conciertos de toda clase y condición. Me gusta la cara de satisfacción del público cuando el aplauso es sincero.
Como todo el mundo, tengo un oscuro secreto que estoy encantada de compartir a la menor oportunidad. Soy una enamorada de Eurovision. Pero de las que ordena años por sedes y canciones. Siempre que alzo la voz para dejar claro que soy eurofan recibo una mirada de burla. Leo en la mente del que tengo enfrente un "pobrecita" que a estas alturas ya no me molesta. Yo también puedo meterme con las aficiones del resto. No lo hago, prefiero gastar el tiempo disfrutando de las mías. Por eso estoy encantada de colaborar en esta plataforma, porque me gusta escribir. Me gusta la música, Suecia y Eurovision.
Una debe ser una misma. Ya están los demás para ser otros.