Buen nivel entre la casi treintena de participantes en un desfile de disfraces bastante caótico
Como si estuvieran desfilando, en la Plaza entraron un tremendo número de jóvenes llegados a Miróbriga sólo para beber
Por tercer año consecutivo, el desfile de los participantes en el Concurso de Disfraz Callejero del Carnaval tuvo lugar a última hora de la mañana del Sábado, a la conclusión del encierro urbano. De antemano, este desfile tenía un par de novedades.
Por un lado, el cambio de recorrido, partiendo de la Plazuela de Herrasti y alcanzando por Julián Sánchez la Plaza Mayor, para abandonarla por la calle San Juan (es decir, a la inversa que los dos años anteriores). Y por otro lado, la narración del desfile, ya que Sergio Olvidado fue relevado en la función de speaker por Pipe Martín, quién por cierto unos minutos antes había estado trabajando como todos los días de Carnaval como pastor.
El problema fue que este desfile tuvo otra 'novedad' inesperada: un larguísimo retraso en su inicio, siendo necesario que acudiesen varios agentes de la Policía Local para que el desfile pudiera tirar hacia delante (fueron aplaudidos cuando se encaminaron hacia el inicio del desfile). Pese a que el encierro fue rápido (acabó a las 13.20 horas), y el coso se preparó en poquísimos minutos con vallas y cinta, el desfile comenzó casi 40 minutos más tarde de la hora inicialmente prevista (las 13.30 horas).
Además, cuando lo hizo hubo otra sorpresa inesperada: en el tramo inicial del desfile entraron las charangas Santana y Manliao, pero tras cada una de ellas accedió a la Plaza una marabunta de jóvenes que ni mucho menos eran participantes en el desfile (aunque alguno fuera disfrazado), sino que eran pertenecientes a la aún mayor marabunta juvenil que ha acudido a Miróbriga únicamente a beber durante esta jornada sabatina.
Por si fuera poco, evidentemente esos jóvenes no tenían ninguna prisa por irse de la Plaza (ni sabían qué era donde se habían metido), con lo cual hubo que echarlos 'de malas maneras' para que por fin pudiera comenzar el desfile, que contó con 28 participantes, 5 individuales (uno reivindicando la donación de órganos, otro de Tino Casal, un original toro mecánico, un Buzón Cabezón y 'El Chapas'), pero la mayoría en grupo, de hasta 42 integrantes (Los Farinato Bulls).
Un año más, este desfile ?que a la hora de la verdad fue muy ágil- contó con un gran nivel en las creaciones, continuando la tendencia de que unos cuantos participantes cuenten con una estructura adicional más allá del propio disfraz, como los Gansters, Farinato Air, Las Gallinas Turulecas, Frozen, Amigos sin más, Neptuno y el Universo Mitológico o los ya mencionados Farinato Bulls.
Estos Farinato Bulls estuvieron repartiendo hamburguesas entre el público, al igual que En Busca de la Bella repartieron rosas, Castañuelas en el Carnaval, castañuelas, y Las Gallinas Turulecas, huevos. En mitad del desfile también atravesó la Plaza Mayor la Charanga Los Bemoles.
Reportaje gráfico: Adrián M. Pastor