La Colada continúa rememorando sus viejos tiempos con otra tarde de discomóvil

Una vez el estómago estuvo lleno con las patatas meneás repartidas en la Plazuela del Buen Alcalde, llegó la hora de afrontar la tarde del Lunes de Carnaval, en la cual se empieza a divisar 'el fin' del antruejo mirobrigense. Como es lógico, en la sobremesa hubo división: mientras que varios miles de personas se dirigieron al coso taurino para disfrutar de los eventos allí programados (el primer Festival Taurino, la exhibición de cortes, el desfile de disfraz callejero y la capea), otros miles siguieron disfrutando del Carnaval con 'mayor libertad'.

En este sentido, estuvieron especialmente concurridos tanto los establecimientos de hostelería como las peñas de jóvenes. En la zona de La Colada se produjo incluso una confluencia, ya que la vía alberga una peña en un antiguo local, justo en las inmediaciones de otro local en funcionamiento, promotor de la actuación en plena vía de un DJ, Chuchi de la Nava, durante tres días, Sábado, Domingo y Lunes, desde primera hora de la tarde hasta más allá del anochecer.

Como es lógico, en la tarde del Lunes hubo menos afluencia de público que los dos días anteriores, pero aún así se generó un muy buen ambiente, disfrutando los congregados de una meteorología prácticamente perfecta.

Hablando de peñas, hay que apuntar que a última hora de la tarde del Lunes agentes de la Policía Local y la Guardia Civil tuvieron que desplazarse hasta la calle Cárcabas para tomar nota de una de las peñas allí instaladas tras la llamada de denuncia de un vecino, quién tras soportar varias conductas incívicas desde el Jueves (como llamar al timbre en mitad de la madrugada o encararse con él), en la jornada del Lunes ya no tuvo más remedio que llamar para dar parte de lo que acontecía.

Las fuerzas de seguridad vaciaron el local (que en aquel momento acogía una fiesta), procediendo a comprobar que el alquiler estaba en regla. En lo que se refiere a la peña, continuó abierta, aunque sin fiesta.