La Semana Santa ‘cierra un ciclo’ recuperando la plena unidad en una edición sin Carrera y...

La Semana Santa Mirobrigense que concluyó a la hora de comer del domingo ha dejado un sabor agridulce. Por un lado, el evento ha tenido plena unidad de Cofradías -algo que no se producía desde 2014- y ha contado con importantes estrenos como la procesión de las Cinco Llagas de Cristo o la Banda de Jesús Amigo de los Niños. Sin embargo, justamente este año, la lluvia ha tenido una importante incidencia, aunque al menos no fue tan grave como se temía por las previsiones meteorológicas.

La afectación más importante se produjo en la tarde del Viernes Santo, con la cancelación de la procesión del Santo Entierro, La Carrera, siendo la primera suspensión de una procesión en Ciudad Rodrigo por la lluvia en 5 años, desde que la Cofradía de Jesús Nazareno tuvo que cancelar el Santo Encuentro en 2013.

De este modo, la Semana Santa 2018 se ha quedado sin su procesión más importante. Además, otros 3 desfiles también vieron recortado su recorrido por las condiciones meteorológicas: el Santo Encuentro y La Soledad (donde no cayó agua), y la procesión del Silencio, que acabó bajó el diluvio tras desatarse un fuerte chaparrón cuando estaba llegando a la Catedral.

La del Silencio no fue la única procesión en verse sorprendida por la lluvia: también le pasó a La Dolorosa en el desfile inaugural de la Semana Santa. En su caso, tuvo que refugiarse en las antiguas cocheras de Alipio de la Rúa del Sol, y una vez ya con el plástico protector puesto, continuó su camino, aprovechando además que había dejado de llover.

Los 25 años de La Pasión

El resto de desfiles, aunque no han registrado problemas con la lluvia, sí se han visto afectados por el frío, que ha restado público, excepto en la procesión del Domingo de Resurrección, cuando la Plaza Mayor estaba totalmente abarrotada para cerrar la Semana Santa 2018, en la que ha tenido un papel muy importante el Grupo de La Pasión, a la que también le afectó la lluvia y el frío.

Debido a esos condicionantes, el Grupo cambió sus planes iniciales de festejar sus 25 años de representaciones con una edición especial callejera, teniendo que refugiarla en la Catedral y el Seminario Diocesano, donde también causó una grata impresión, con más de 100 actores de diversas épocas. El protagonismo del Grupo de La Pasión no se limitó a su clásica velada, sino que justo una semana antes habían ofrecido el pregón de la Semana Santa, que fue totalmente revolucionario, montando una versión de La Pasión en el interior del Teatro Nuevo.

La elección de este Grupo para llevar a cabo el pregón fue de la Cofradía de Jesús Nazareno, como una de sus responsabilidades al ostentar este año la Presidencia de la Junta Mayor de la Semana Santa, que 'cierra un ciclo', como expresó el Obispo Raúl Berzosa al finalizar la procesión del Domingo de Resurrección.

El hecho es que se ha terminado la rotación de Cofradías por la Presidencia que se ha producido en los últimos 7 años: en 2012, la ostentó la Cofradía de Jesús Amigo de los Niños; en 2013, la Cofradía de las Angustias; en 2014, La Cruz; en 2015, La Oración del Huerto; en 2016, La Soledad; en 2017, la Cofradía del Silencio; y en 2018, para cerrar, Jesús Nazareno. Ahora está por ver qué fórmula se adopta a partir de ahora.

Unidad en el cierre

Lo cierto es que este modelo ?que se implantó al existir discrepancias- no ha funcionado del todo mal, aunque genera una sobrecarga de trabajo en la Cofradía a la que le toca la Presidencia. Precisamente, la Semana Santa 2018 ha concluido con uno de sus momentos de mayor unidad de los últimos años, reflejado en que se llegó a un acuerdo para evitar el caos en la mañana del Jueves Santo al desarrollarse ahora dos procesiones; y especialmente, en que por fin todas las Cofradías han tomado parte en la procesión del Domingo de Resurrección, aportando todas niños y banderas.

En este sentido, destaca el regreso de la Cofradía de la Santa Cruz, que no participaba en el desfile de cierre de la Semana Santa desde el lejano 2014. Gracias a todos ellos, la procesión final fue muy vistosa, aunque un poco lenta.

Curiosamente, en materia de 'velocidad', la mencionada Cofradía de la Santa Cruz ha sido doble protagonista. Por un lado, su desfile de la mañana del Jueves Santo, en un horario más temprano, fue rapidísimo (menos de una hora), contrastando con la mayor lentitud de la gran novedad que ha tenido esta Semana Santa: la procesión de las Cinco Llagas de Cristo de la noche del Martes Santo. Este desfile ha causado una gratísima impresión por su puesta en escena, viéndose favorecido su seguimiento al desarrollarse en una buena noche, pero esa 'lentitud' (el desfile duró hora y media) sí es 'un problema', ya que varios de las antorchas-cirios que portaron se apagaron, y en algún caso se empezó a quemar el palo en el que iban.

La creación de esta procesión ha venido a llenar el hueco que quedó vacío el año pasado el Martes Santo, rellenado en parte con el Besapiés al Cristo del Silencio, que ha repetido en el mismo día. A la conclusión de la edición de este año, se produjo un hecho muy significativo: la aprobación de una nueva Junta Directiva para la Cofradía del Silencio tras 16 años de permanencia de la anterior, con lo cual entra savia nueva y joven para hacerse cargo de la misma.

Mucha más música

Con ese objetivo también de lograr la revitalización, este año ha innovado la Cofradía de Jesús Amigo de los Niños incorporando una Banda de Tambores para intentar retener a los niños que van creciendo y quieren dejar la entidad. Debido a la cancelación de La Carrera, esta nueva Banda solo pudo desfilar en la procesión del Domingo de Ramos (aunque tomó parte en el traslado del paso de La Borriquilla).

La Semana Santa ha contado con otras dos bandas, la de La Cruz y la del Nazareno, que este año ha tenido mucho más protagonismo, ya que, de la mano del Grupo de La Pasión, tocó en el Teatro Nuevo en el Pregón, y una semana después, participó en el último cuadro de la representación de La Pasión.

En esa representación de La Pasión también actuó la Coral Dámaso Ledesma, que ha intervenido en dos procesiones: la de La Dolorosa (como novedad) y la de las Angustias. Además, la nueva procesión de las Cinco Llagas de Cristo contó con la colaboración del Coro de San Andrés. Lamentablemente, en esa procesión no pudo estar presente por un grave problema de salud el párroco de San Andrés, Celso Martín Santos, siendo sustituido por Ángel Martín Carballo, quién volvía a la Semana Santa tras haber estado ausente el año anterior por otro grave problema.

De igual modo, Celso Martín Santos tuvo que ser sustituido en la tarea de pronunciar el sermón previo a la procesión de la Virgen de La Soledad de la noche del Viernes, que finalmente corrió a cargo del Obispo Raúl Berzosa, quién por cierto un año más llevó a cabo el lavado de pies a representantes de las Cofradías en la Misa de la Cena del Señor de la tarde del Jueves Santo.

En definitiva, una Semana Santa que no ha contado con la mejor de las meteorologías pero que ha ganado en calidad gracias a una mejor actitud y a los diferentes estrenos.