La receta de Embutidos Daniel para Navidad: producto único y una defensa del comercio local

Fotografías: Estudio Digital Francisco Cañizal

La Navidad es una época de reencuentros, tradiciones y, sobre todo, de sabores que evocan recuerdos. En Alba de Tormes, Embutidos Daniel se ha convertido en un referente de esta temporada, no solo por la calidad de sus productos, sino por una filosofía que combina la innovación con la defensa del comercio de proximidad. Su gerente, Daniel García, ha explicado cómo la tienda se transforma durante estas fechas, ampliando su oferta para satisfacer a una clientela que busca tanto los clásicos de siempre como propuestas novedosas para sus mesas.

Para este negocio, con 15 años de trayectoria, la campaña navideña representa el momento de mayor actividad y diversificación. La capacidad de compra de los clientes aumenta y, con ella, la oportunidad de ofrecer productos exclusivos. "Es el momento en el que trabajamos con una gama más amplia de productos, productos diferentes, productos simplemente para para esta época", ha señalado García. La diferencia es notable: a las 250 o 300 referencias habituales durante el año, se suman más de 100 productos adicionales, creando un catálogo extenso y especializado para las fiestas.

Apuesta por la diferenciación y los clásicos infalibles

Cada año, Embutidos Daniel busca sorprender a sus clientes con una selección cuidada. En esta ocasión, la apuesta principal se ha centrado en los derivados del pato, colaborando con un productor de Castilla y León. "Hemos apostado mucho por el pato este año, por el foie, por el mi cuit, por los mousse de pato", ha detallado el gerente, quien ha confirmado la buena acogida de esta gama durante el mes de diciembre.

Junto a las novedades, los clásicos siguen siendo un pilar fundamental. El fiambre de Navidad es uno de los productos más demandados, con una oferta que incluye entre 18 y 20 variedades distintas. "Es algo por lo que hemos apostado desde que hemos abierto hace 15 años, y nos funciona muy bien, y vamos a seguir con ello", ha afirmado García. La comodidad también es un factor clave, y por ello continúan ofreciendo los productos de Cascajares, que permiten disfrutar de un plato de alta calidad sin pasar horas en la cocina. "Este producto lo que nos da es la facilidad de que en 20 minutos lo tenemos hecho, un producto rico, un producto de calidad, y cada año se vende mucho más", ha añadido.

Clientes previsores y el éxito de la cesta de Navidad

Una de las tendencias que se ha consolidado este año ha sido la previsión de los consumidores. Muchos han adelantado sus compras de productos frescos como el tostón, el cabrito o el lechazo para evitar la escasez y la subida de precios de última hora. "La gente ya ha ido haciendo la compra de tostón, de cabrito, de lechazo, porque escasez, sobre todo de cordero, cabrito y lechazo no hay todo lo que queremos", ha explicado Daniel García. Esta planificación ha provocado que gran parte de la venta de estos productos ya se haya realizado antes de la semana clave de Navidad.

El espíritu navideño también ha llegado en forma de sorteo. La tienda organizó una rifa de una cesta de Navidad valorada en 500 euros, compuesta exclusivamente por productos del establecimiento. El éxito fue inmediato y abrumador. "La primera semana hicimos la venta de las 100 participaciones, por lo cual hemos ampliado y hemos hecho otra cesta igual", ha comentado García. Esta iniciativa no solo premia la fidelidad, sino que también genera una gran ilusión entre los clientes habituales, quienes ven la oportunidad de llevarse un lote que "prácticamente les arregla la Navidad".

Un deseo para el futuro: "Que sigamos confiando en las tiendas de Alba"

Más allá del balance comercial, Daniel García ha compartido una reflexión profunda sobre el futuro del comercio local. Sus deseos para clientes y vecinos van más allá de las fiestas, centrándose en valores como la salud, la felicidad y la empatía. Sin embargo, su mayor anhelo es un llamamiento a la acción para proteger el tejido comercial de Alba de Tormes.

Con preocupación, ha observado cómo muchos negocios locales se ven abocados al cierre por jubilación, sin una nueva generación que tome el relevo. "Que sigan confiando en el producto y en las tiendas de Alba de Tormes, que somos cada vez menos", ha solicitado. Su mensaje es claro: es fundamental valorar y apoyar a los pequeños comercios antes de que desaparezcan.

"Salamanca está a 20 kilómetros, pero aquí tenemos muchas cosas", ha recordado, instando a los vecinos a ser conscientes del valor que aportan estas tiendas a la vida del municipio. Su petición final resuena como un eco de advertencia y esperanza: "Antes de que sea tarde y antes de que nos demos cuenta de que lo hemos perdido, pues que sigamos confiando en ellas, porque creo que a día de hoy todavía podemos tener muchas cosas importantes que nos dan". Un deseo que trasciende la Navidad y apela a la responsabilidad colectiva para mantener viva el alma de los pueblos.