Cipérez, considerado el municipio más industrial de Salamanca en proporción a su población, estrena conexión de fibra óptica tras años de reivindicaciones. La nueva infraestructura beneficia a un tejido empresarial que sostiene cerca de 60 empleos directos.
Cipérez, de apenas 225 habitantes y perteneciente a la comarca de Vitigudino, ha puesto fin a una de sus grandes paradojas. A pesar de ser considerado el municipio más industrial de la provincia de Salamanca en proporción a su población, vivía en un estado de aislamiento digital que lastraba su potente tejido empresarial. Esta semana, esa desconexión ha llegado a su fin con la instalación definitiva de la fibra óptica, un logro celebrado por su alcalde, Francisco Alonso, como un “triunfo” colectivo que abre una nueva era de oportunidades.
La noticia ha sido recibida con especial entusiasmo por las empresas que conforman el motor económico de la comarca. Con una fábrica de obleas que da empleo a una treintena de personas, una importante empresa de transportes y una fábrica de muebles, Cipérez suma cerca de 60 empleos directos en su término municipal. Esta cifra, en un pueblo que no alcanza los 250 vecinos, lo convierte en un caso de estudio sobre desarrollo rural, pero también evidenciaba una contradicción flagrante en pleno siglo XXI: su incapacidad para acceder a una conexión a internet de alta velocidad, esencial para la competitividad.
El alcalde, Francisco Alonso, ha sido una de las voces más insistentes en la denuncia de esta situación. Durante años, ha trasladado la problemática a diferentes administraciones y compañías de telecomunicaciones, una perseverancia que finalmente ha dado sus frutos. “Es un triunfo lo que hemos conseguido”, ha declarado Alonso, visiblemente satisfecho tras confirmar personalmente la disponibilidad del servicio. Su frustración pasada era evidente al recordar la situación del municipio: “Resulta que el pueblo con menos de 1.000 habitantes más industrial de la provincia de Salamanca quedaba aislado”.
El proceso para llevar la fibra a Cipérez ha sido largo y ha requerido de la implicación de varias partes. Según ha trascendido, en la consecución de este objetivo ha jugado un papel determinante la subdelegada del Gobierno en Salamanca, Rosa López, cuya mediación ha sido clave para desbloquear la situación y agilizar los trámites necesarios para que la infraestructura fuera una realidad.
La confirmación de la llegada de la fibra óptica se ha materializado esta misma semana. El propio alcalde ha relatado cómo se puso en contacto con la compañía Movistar para verificar el estado de la instalación. “He llamado ya a la compañía, a Movistar, y dicen: "Ya está instalada, ya está montada, así que ya pueden hacer uso’”, ha explicado. La operadora le confirmó que la red principal está desplegada y activa en todo el núcleo urbano.
Tras esta confirmación, el siguiente paso corresponde a los vecinos y empresarios. Como ha detallado el regidor, “ahora ya cada usuario que quiera la fibra en su casa, pues ya tiene que hablar con su compañía correspondiente para que se la instalen”. La anécdota de su propia consulta sirve como ejemplo para el resto de la localidad. Al facilitar su dirección, la respuesta del teleoperador fue inmediata y clara: “Sí, sí, ya tiene usted fibra”. Unas simples palabras que para Cipérez significan el fin de una larga espera.
La llegada de la alta velocidad no es solo una mejora en la calidad de vida de los vecinos, sino una herramienta estratégica para el futuro de sus empresas. En un mercado globalizado, una conexión estable y rápida es fundamental para la gestión de pedidos, la logística, la comunicación con clientes y proveedores, y la administración telemática. Las industrias de Cipérez, que compiten a nivel nacional e internacional, se veían en una clara desventaja que a partir de ahora ha quedado subsanada.
Se espera que esta nueva infraestructura no solo consolide el tejido industrial existente, sino que también pueda servir como un aliciente para atraer nuevos proyectos empresariales o para que emprendedores locales puedan desarrollar sus ideas sin las barreras tecnológicas del pasado. Para un municipio que ha demostrado una capacidad excepcional para generar empleo y fijar población, la fibra óptica es la pieza que faltaba para asegurar su desarrollo y competitividad en las próximas décadas.
En definitiva, la conexión de Cipérez a la red de fibra óptica representa mucho más que un avance tecnológico. Es la culminación de una reivindicación justa, un acto de cohesión territorial y una inversión directa en el futuro de la Salamanca rural que lucha por prosperar y demostrar que, con las herramientas adecuadas, no hay municipio pequeño.