El regidor Alejandro Benito califica el 2025 como un año agridulce marcado por la clausura del centro geriátrico municipal debido a la falta de fondos para su adaptación. A pesar del revés, destaca la solución a los problemas de agua y anuncia nuevas inversiones para 2026.
El alcalde de Almendra, Alejandro Benito, realiza un balance agridulce del año 2025, un periodo que define como de "transición" y en el que el mantenimiento de los servicios existentes se ha visto ensombrecido por una decisión dolorosa: el cierre de la casa asistida de mayores. Esta medida, forzada por la falta de medios económicos para adaptarla a la nueva normativa, ha supuesto un duro golpe para la localidad y ha desatado la crítica del regidor hacia las prioridades de las administraciones superiores.
El cierre del centro se ha traducido en el despido de nueve trabajadores y la necesaria reubicación de doce residentes, una situación que Benito califica como “una pena total y absoluta”. El alcalde expresa con contundencia su frustración al comparar las ayudas disponibles para ciertos negocios con la falta de apoyo para servicios sociales que considera esenciales para fijar población. “Es lamentable que haya 30.000 euros para un bar y no para una residencia”, declara, subrayando lo que considera una grave contradicción en las políticas de desarrollo rural.
Según explica el primer edil, la financiación concedida por la Junta de Castilla y León era insuficiente para afrontar la costosa adaptación del centro a los nuevos requisitos de “unidad de convivencia”. “Con la financiación que nos dio la Junta, no podíamos mantenerla, porque necesitábamos más financiación”, precisa. Esta situación le ha llevado a criticar la retórica política sobre la lucha contra la despoblación: “Se le llena la boca a todos de que a los pueblos hay que llevar gente, y la realidad es otra”.
A pesar del cierre, el Ayuntamiento ha decidido mantener el edificio abierto y en buen estado, cediendo su uso a las asociaciones del pueblo para la realización de diversas actividades. De cara al futuro, se baraja la posibilidad de convertirlo en un centro de día, aunque cualquier proyecto está supeditado a la obtención de los fondos necesarios, que de momento no han llegado.
No obstante, el balance de 2025 también incluye aspectos positivos. El alcalde destaca el dinamismo que aportan al municipio las dos asociaciones locales, "una de mayores y otra de gente más joven", que organizan actividades como teatro o magia, insuflando "un poquito de vida al pueblo". En el ámbito de las infraestructuras, se ha logrado solucionar definitivamente el problema de suministro de agua que afectaba a la localidad en épocas de alta demanda. “Ampliamos las bombas del depósito y le dimos más capacidad de salida”, detalla Benito, confirmando que este año no ha habido cortes de agua.
Con la vista puesta en 2026, el Consistorio tiene varios proyectos importantes en cartera. En primer lugar, se continuará mejorando la red de abastecimiento con la construcción de un nuevo depósito en superficie para aumentar la capacidad de almacenamiento. Además, gracias a los fondos de cohesión, se acometerá el arreglo de varias calles que presentan un mayor deterioro. Finalmente, una de las actuaciones más esperadas será la reparación de la carretera vieja de la presa, una obra que ejecutará la Diputación de Salamanca y que se espera esté lista para el próximo verano.
Para concluir, el alcalde ha querido felicitar las fiestas a todos sus vecinos, mostrando su esperanza en que las circunstancias mejoren. "Feliz año a todos y que el próximo año sea bastante mejor que este", ha deseado Alejandro Benito.