, 14 de diciembre de 2025
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El lobo mata un ternero y tres ovejas en Olmedo de Camaces este fin de semana
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CONFIRMADOS POR LA PATRULLA DE MEDIO AMBIENTE

El lobo mata un ternero y tres ovejas en Olmedo de Camaces este fin de semana

Actualizado 08/12/2025 16:19

El alcalde de la localidad, uno de los afectados, denuncia la indefensión del sector y la insuficiencia de las compensaciones: "Si quieren lobos, que nos paguen el valor real del ganado"

La preocupación y la impotencia han vuelto a instalarse entre los ganaderos de Olmedo de Camaces tras un fin de semana marcado por la presencia del lobo. Dos ataques consecutivos, confirmados oficialmente, se han saldado con la muerte de un ternero y tres ovejas, afectando directamente al alcalde de la localidad, Jesús Martín, y a un familiar. Los hechos no solo suponen una pérdida económica, sino que reavivan el debate sobre la gestión de la especie y la desprotección que sienten los profesionales del campo.

Los ataques se han sucedido de forma implacable. El primero de ellos tuvo lugar en la noche del viernes al sábado de madrugada. La víctima fue un ternero propiedad de Jesús Martín. Apenas 24 horas después, en la mañana del domingo, el depredador volvía a actuar, esta vez cebándose con un rebaño de ovejas de su primo, Felipe, y matando a tres de ellas. “El primer ataque fue el viernes en la noche, o sábado de madrugada, y el segundo ataque ha sido el domingo en la mañana”, ha confirmado el propio alcalde.

Estos sucesos no son un hecho aislado. Según relata Martín, la sombra del lobo ya planeaba sobre la zona desde hacía tiempo. “El otro sábado también atacó a otro las ovejas, estaban bien mordidas”, explica, refiriéndose a otro ganadero del pueblo. Incluso su primo ya había encontrado animales muertos en días anteriores sin una causa clara. Ahora, las dudas se han disipado. “Han venido los de la patrulla y ya lo han certificado, han visto pelo y su huella”, asegura el ganadero, lo que otorga oficialidad a lo que hasta ahora eran sospechas.

La impotencia ante un depredador protegido

La confirmación de la autoría del lobo ha desatado la frustración entre los afectados, que se sienten atados de pies y manos. Jesús Martín ha señalado directamente a la Administración como responsable de la situación, criticando la protección de la especie sin tener en cuenta las consecuencias para el sector primario. “Qué medidas... es que tiene que ser la Junta la que toma las medidas”, lamenta.

El alcalde ha sido contundente en su crítica: “Lo que no hay derecho, y lo he dicho más veces, es que tengamos que pagar nosotros la patente de que estén soltando lobos por ahí”. Esta declaración refleja un sentir generalizado en el campo, la percepción de que las políticas de conservación se están llevando a cabo a costa de su medio de vida. La idea de que los ganaderos no pueden tomar medidas por su cuenta, dado el estatus de protección del lobo, agrava esta sensación de desamparo.

Además, las medidas de prevención, como recoger el ganado por la noche, son inviables para muchas explotaciones. “No las recojo, porque es que si bastante mal tenemos ya, tenemos bastantes cosas que hacer, si andamos detrás de ellas, con ellas, pues fíjate”, explica Martín sobre sus ovejas, evidenciando que la carga de trabajo diaria hace imposible añadir más tareas de manejo.

Una compensación que no cubre el valor real

La cuestión económica es otro de los puntos calientes del conflicto. Ante la pregunta de si los daños serán compensados, la incertidumbre es la primera respuesta. “No sabemos nada. A mí me dijo que me arreglaron los papeles, a ver si nos dan algo, pero no tengo ni idea qué es lo que pagan ahora”, admite. Su experiencia previa con la burocracia y las indemnizaciones no es alentadora.

Martín recuerda ataques sufridos hace años y califica las ayudas recibidas como “cosa poca”. Su reclamación es clara y directa: “Para el valor que tiene hoy de ganado, pues te dan 4 perras, creo”. Por ello, lanza una exigencia a la Administración: “Lo que tenía que hacer es, si quieren que le mantengamos el lobo, que nos paguen el valor que tiene el ganado, es lo que tiene que hacer”.

La crudeza del ataque y el temor a que se repita

El relato del hallazgo del ternero muerto revela la violencia del suceso. Jesús Martín se percató de que algo anómalo había ocurrido al ver las huellas de las vacas corriendo por la parcela. La madre del becerro presentaba heridas que evidenciaban un intento desesperado por defender a su cría. “Intentó defender, yo creo, que el becerro, y le tenía en la cara sangre de la garra y en una oreja tenía también sangre”, describe. La vaca, en su intento de proteger al ternero, “le había dado con las garras, tuvo que ser con las garras, porque si es con la boca, pues le hace más daño”.

El ganadero encontró al animal a primera hora de la mañana, "al pie de una pared", parcialmente devorado. El sentimiento que queda tras el fin de semana es de una amenaza constante y cercana. La rapidez con la que se han sucedido los ataques ha encendido todas las alarmas. “Ayer mañana ya también cuando le vi yo las ovejas de mi primo... le digo, pues ya está, ya está aquí recalando todos los días”, concluye con resignación y el temor de que el lobo, lejos de ser un visitante esporádico, se haya asentado en la zona para quedarse. “Yo creo que sí, que de andar por aquí va a prepararla”.