La prosperidad pasa por aparcar

Como decía hace poco a partir de recientes revoluciones en calles del entorno del Paseo del Rollo, este tema no tiene fin. Meses antes anunció el Ayuntamiento cambios en la zona de aparcamiento ORA, “se incorporan a la regulación del estacionamiento de vehículos zonas del casco histórico y de los barrios Fontana, Santo Tomás y Alamedilla para mejorar la movilidad de la ciudad y la calidad de vida de las personas residentes. La nueva delimitación consolidará la protección de los vecinos en las zonas más saturadas y céntricas, y constituye una delimitación más clara para el visitante y foráneo.”

Desde entonces aparece en medios alguna protesta contra esa intención municipal. Campaña de recogida de firmas incluida, con un interesante planteamiento del problema. La perciben como una amenaza a la prosperidad conseguida por la lucha trabajadora, a pesar de afirmar el Ayuntamiento “el nuevo contrato garantiza el mantenimiento del empleo y el incremento del personal de control asociado”. Aparte de preocupar el fin del refugio, gratuito, para 80 honrados vehículos en el caso de la Calle de Espronceda. Calle mencionada, y otras más, expresamente por el Consistorio sin ubicar en barrio.

^{No es la Calle de Espronceda la más agradable, frente al lado izquierdo de la vía.}

Al parecer esa medida municipal fomenta el consumismo, y las intensas obras al colocar parquímetros impactaran en el medio ambiente. Por supuesto, esconde un grave perjuicio a todos los ciudadanos salmantinos. Se percibe, una vez más, la maldad recaudatoria de oscuros impuestos. Supongo Fernando Rodríguez aclarará, a sus numerosos votantes de la zona, que estamos ante una tasa o algo similar, como si eso lo cambiara todo. Recolectada, añado, por una entidad privada con animo de lucro tras pagar un canon al Ayuntamiento.

^{Interesante cambio de la banda de aparcamiento de lado, rompe la linealidad del recorrido.}

Nuestras calles no deben convertirse en territorios para la recaudación a costa del esfuerzo de los trabajadores. Supongo buscando, de paso la eliminación de Ordenanzas municipales, caso de la de venta fuera de establecimiento comercial y actividades en la vía pública entre otras. Las fiscales relacionadas con el uso de calles, incluidas las hosteleras (notable fuente de empleo, precario, en la ciudad), supongo anatemas cuyo fin debe estar en la hoguera. Porque, ante todo, se niegan a permitir que les arrebaten aún más, como nuestro derecho sacrosanto a aparcar de manera gratuita.

Ante esto he corrido a corroborarlo en la legislación, empezando por la Constitución Española. Incluso he analizado las escrituras de mi casa por si hubiera pagado por ese derecho. Pero solo he encontrado en la normativa urbanística la obligación municipal de dedicar un porcentaje de vía pública al aparcamiento, sin especificar su gratuidad. Se remata todo pidiendo alternativas respetuosas con su estilo de vida y el medio ambiente. No son capaces de ver como en la cercana Calle de La Radio aumentar la oferta de aparcamiento atrae mas coches.

Y comprendo la situación de barrios tan densos como esos al este del viejo recinto un día amurallado. Donde la existencia de aparcamiento en edificios, sus sótanos, es anecdótico. Ciertamente necesitan una solución, pero no puede ser gratuita. En barrios de trabajadores más modernos no regalan las plazas de aparcamiento bajo las viviendas. En su caso, se terminaría usando suelo, y subsuelo, público para resolver problemas privados. Se olvida la oposición a un aparcamiento subterráneo en Comuneros o junto a los patos de la Alamedilla (afortunadamente). Porque tampoco es obligatorio tener coche, por muy importante que sea su industria para el país.

^{La Calle de Chile antes y después de su "Implementación de itinerarios peatonales y mejora de la accesibilidad en entornos escolares".}

Convertir, como hizo alguna madrileña “ilustre”, el atasco, la contaminación y el mal uso del vehículo privado en seña de identidad, no es precisamente respetuoso con el medio ambiente ni mejora la calidad de vida ciudadana. La principal fuente de contaminación y de gases de efecto invernadero es precisamente el transporte. Y barrios como esos solo pueden conseguir espacio de encuentro y relación vecinal, de esparcimiento para mayores e infancia, justamente arrebatándolo a la calzada. Cuando encima gozamos de un servicio de transporte publico notable, aspirando al sobresaliente.

^{El nuevo aparcamiento municipal en El Zurguén. Ocupación habitual antes de las obras (aunque en la foto superior se han realizado las primeras), y a fines de noviembre.}