Asociaciones rurales de Salamanca defienden un modelo de cuidados que permita a los mayores envejecer en su entorno

Las entidades salmantinas Adecasal, Asdecoba, Asam y Escuelas Campesinas de Salamanca han regresado del I Congreso Estatal sobre atención a personas mayores en el medio rural con una hoja de ruta clara y reivindicativa. El encuentro, celebrado los días 13 y 14 de noviembre en Riaza (Segovia) bajo el lema 'Pueblos que cuidan', ha servido para consolidar un frente común entre las organizaciones rurales: la exigencia de un modelo de atención que garantice la permanencia en el hogar y que entienda los cuidados como un derecho fundamental, alejándose de conceptos asistencialistas.

Organizado por Colectivos de Acción Solidaria (CAS), red en la que se integran las asociaciones salmantinas participantes, el congreso se enmarca en el proyecto de investigación "Soy mayor y me quedo en mi hogar", financiado por el Ministerio de Derechos Sociales. Tras dos intensas jornadas de debate, el evento ha cerrado con un documento de conclusiones contundente que recoge las aportaciones de expertos y colectivos, y que marca la línea a seguir para el año 2025.

Salamanca: modelo de red y soluciones habitacionales

La participación de la provincia ha sido clave para demostrar que la teoría puede llevarse a la práctica. En el panel de experiencias de innovación social, el Ayuntamiento de San Esteban de la Sierra ha expuesto su apuesta por una "red de cuidados integrales". Este modelo, señalado como referente durante el congreso, propone una estructura comarcal que integre cuidados en el propio hogar, un sistema de viviendas en red y centros de referencia, demostrando que la atención de calidad es viable en entornos despoblados.

Conclusiones: La dignidad y las pensiones, a debate

Más allá de las ponencias técnicas, el congreso ha destacado por la profundidad de sus conclusiones finales, asumidas por las entidades participantes como un mandato para su acción social. Estas conclusiones abordan desde la filosofía del cuidado hasta la sostenibilidad económica del sistema.

1. Los cuidados como derecho innegociable

Una de las ideas fuerza más repetidas ha sido el cambio de paradigma en la percepción de la vejez. Ana Isabel Esteban, de Solidaridad Intergeneracional, ha subrayado en las conclusiones que "la dignidad no se negocia; los cuidados no son caridad, son derechos". En esta línea, se ha instado a mirar la longevidad no como una carga sistémica, sino como "una oportunidad de generar riqueza", poniendo el acento en la prevención para evitar el edadismo y el aislamiento.

Por su parte, Pilar Rodríguez, de la Fundación Pilares, ha recordado que la autonomía es un "concepto moral" y un derecho que "no caduca con la edad, ni siquiera en situaciones de deterioro cognitivo". Aunque el discurso del modelo de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP) está instalado, las conclusiones advierten de que "ahora faltan políticas y recursos para ponerlo en práctica".

2. Defensa del sistema público de pensiones

Un punto relevante en el cierre del congreso ha sido la defensa económica del modelo, abordada por Jesús Isabel. Frente a los discursos catastrofistas, las conclusiones recogen que "el sistema público de pensiones goza de muy buena salud". Las entidades rurales advierten contra la "falsa información" que sugiere una quiebra del sistema para fomentar planes privados. "Las pensiones no son un problema ni van a generar déficit al Estado; son un salario ganado con nuestro trabajo que además se invierte aportando riqueza y fomentando la economía de los cuidados", recoge el documento final.

3. Rentabilidad social frente a económica

Desde la experiencia del territorio, Conchita Fraile (Alto Jalón) aportó una visión compartida por los colectivos salmantinos: "Los servicios no tienen por qué ser económicamente rentables ni pueden estar condicionados al número de habitantes, son dignidad y derecho". Asimismo, se hizo un llamamiento a fortalecer los espacios intergeneracionales y a orientar a las familias, entendiendo que cada persona mayor es única.

Decálogo para la permanencia en el entorno

El experto Gustavo García, de la Asociación de directores y gerentes de servicios sociales, aportó la estructura técnica a estas reivindicaciones, estableciendo que "no hay cosa más cruel que sacar a una persona mayor de su casa y de su pueblo". Para evitarlo, el congreso ha validado un decálogo de "diez claves más una" imprescindibles:

• Adaptabilidad: Normas flexibles que se ajusten a la realidad rural y no a la urbana.
• Personalización: Huir de la estandarización. "Es fundamental preguntar a las personas mayores para conocer sus necesidades y deseos. No pensemos por ellas, escuchémoslas", apuntó Carmina García en las conclusiones.
• Tecnología y proximidad: Desde CAS se destacó el uso de herramientas como los relojes inteligentes o la App 'CampAndo', pero siempre acompañadas de una "gestión de proximidad".
• Comunidad: Roberto Porras enfatizó que "es inviable un modelo de atención integral sin comunidad y espacios comunes".

El congreso también contó con las intervenciones de representantes de Pescueza (Cáceres), la Mancomunidad Nansa (Cantabria) y el Instituto Matia (País Vasco), coincidiendo todos en que los cuidados son un "asunto político de primer orden" y que es necesario evitar la "infantilización" de los mayores, tal y como reclamó César Alonso.