Menos pisos y más captación online: la explotación sexual aumenta y se moderniza en Salamanca

Salamanca ha acogido este viernes, 7 de noviembre, la 'Jornada contra la Trata, la Explotación Sexual y Laboral', un encuentro crucial para analizar una de las realidades más oscuras de la sociedad. La cita, inaugurada por la subdelegada del Gobierno, Rosa López, ha reunido en el salón de actos de la Delegación de Economía y Hacienda a representantes de las administraciones públicas, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y las asociaciones que trabajan directamente con las víctimas.

En este foro, una de las voces más autorizadas, la de Blanca Rubio, de la asociación Apram, ha dibujado un panorama preocupante para la provincia. Lejos de disminuir, la explotación sigue expandiéndose y, además, transformando sus métodos para adaptarse a los nuevos tiempos. Rubio ha sido contundente al confirmar la tendencia. "Va en aumento lo de la trata con fines de explotación sexual, y también estamos trabajando con las personas que están explotadas laboralmente", ha señalado, destacando la doble vertiente de esta lacra.

Uno de los cambios más significativos que ha detectado la organización es la migración del negocio desde los espacios físicos hacia el entorno digital, lo que complica enormemente su persecución y la protección de las víctimas. "Van disminuyendo los pisos que había ahora y se utilizan mucho las plataformas digitales", ha explicado Rubio. Esta evolución supone un reto mayúsculo para los investigadores y pone de manifiesto la capacidad de las redes criminales para aprovechar las nuevas tecnologías.

La demanda como motor del aumento

Al ser cuestionada sobre el origen de este crecimiento, la experta de Apram ha apuntado directamente a la raíz del problema: la existencia de una demanda constante de sexo de pago. Su análisis ha sido tajante: "El aumento, pues sí, porque hay mucha demanda, entonces, si hay demanda, hay aumento". Esta realidad, ha añadido, se nutre de la llegada de nuevas víctimas, principalmente de países iberoamericanos. "Ahora tenemos muchas paraguayas, también de Uruguay, de Argentina, pues están viniendo nuevas de estos países", ha detallado.

Esta conexión directa entre demanda y oferta delictiva lleva, según Rubio, a la necesidad de poner el foco sobre el consumidor. Ha lamentado que el debate público y las acciones se centren casi exclusivamente en la mujer prostituida, obviando la responsabilidad del cliente. "Siempre se utiliza la palabra mujer y no la del hombre, el putero, ¿no?", ha cuestionado, validando la necesidad de luchar contra la figura del demandante.

Sin embargo, abordar este lado de la ecuación presenta serias dificultades. Blanca Rubio ha reconocido que, aunque se están impulsando estudios para comprender mejor el perfil y las motivaciones del consumidor, obtener la colaboración de los hombres es extremadamente complicado. Esta falta de datos dificulta el diseño de campañas de sensibilización y prevención más efectivas.

La jornada ha servido, por tanto, como un espacio indispensable para poner en común diagnósticos como el de Apram y coordinar una respuesta conjunta. La colaboración entre todas las partes implicadas, desde las administraciones hasta las asociaciones sobre el terreno, se ha revelado como la única estrategia viable para combatir una forma de esclavitud del siglo XXI que se transforma y persiste.