FOTOS | Bodega Perahigos celebra su décimo aniversario agradeciendo la fidelidad de Salamanca
Originaria de Garcibuey, ha conmemorado una década de trayectoria reuniendo a quienes consideran el pilar de su éxito: sus clientes
El Casino de Salamanca ha sido el escenario elegido este miércoles para una celebración que aúna vino, arraigo y gratitud: el décimo aniversario de la bodega Perahigos. Nacida en el corazón de la Sierra de Francia, en Garcibuey, esta empresa familiar ha querido conmemorar una década de trayectoria reuniendo a quienes consideran el pilar de su éxito: sus clientes. El evento se ha concebido como un encuentro festivo para agradecer la confianza depositada en un proyecto que comenzó con un solo vino y hoy cuenta con un catálogo consolidado.
El camino recorrido en estos diez años ha sido de un crecimiento notable. La primera añada que vio la luz fue la de 2015, con una única referencia. Hoy, la bodega ha presentado en su aniversario nueve vinos distintos, un reflejo de su evolución y madurez. "En estos 10 años hemos crecido en ese aspecto bastante", ha explicado Mercedes Hernández, una de las responsables del proyecto, subrayando la expansión de su oferta como uno de los hitos de esta primera década.
Sin embargo, el verdadero motor de la celebración no ha sido la autocomplacencia, sino el agradecimiento. La bodega ha querido poner el foco en la lealtad de su clientela, mayoritariamente salmantina. "El fundamento de la celebración es agradecer a los clientes por toda esta trayectoria en la que nos han estado apoyando y nos han dado la confianza", ha afirmado Hernández. Este gesto busca reconocer a aquellos que han acompañado a Perahigos desde sus inicios y a los que se han ido sumando, creando una base de consumidores fieles en la capital y en la provincia, desde la Sierra de Francia hasta Ciudad Rodrigo o Peñaranda.
Un proyecto nacido de la ilusión y el arraigo
La historia de Perahigos es la de un regreso a las raíces. El proyecto, impulsado por los socios fundadores, los hermanos Iglesias, nació de su ilusión por hacer algo significativo en su pueblo, Garcibuey, al que siempre han permanecido conectados a pesar de haber desarrollado sus carreras profesionales fuera, como tantos otros que emigraron. "Les apetecía mucho, les hacía muchísima ilusión participar o cooperar de alguna manera en el desarrollo del pueblo", ha comentado Hernández. Ante esa voluntad, apostaron por lo que mejor conocían: el viñedo y el vino.
Con una marca ya consolidada en la provincia, donde sienten que han cumplido gran parte de sus objetivos iniciales, Perahigos ha comenzado a mirar más allá. La bodega ha iniciado una expansión "despacito" hacia nuevos mercados como Madrid, Santander o Asturias, llevando los sabores de la Sierra de Francia a otros puntos de España. No obstante, Salamanca sigue siendo su principal baluarte y el epicentro de su actividad, como ha demostrado la celebración de su aniversario.
El evento en el Casino ha sido diseñado para el disfrute y el encuentro. Los asistentes han podido probar las nueve referencias de la bodega a su ritmo, acompañados de aperitivos y de un ambiente distendido. Para amenizar la velada, se ha contado con diversas actuaciones, como un grupo de folclore y un mago, convirtiendo el aniversario en una verdadera fiesta.
Durante el acto, también ha habido un momento para un breve discurso, un repaso al "pasado, el presente y el futuro" de la bodega, y para reiterar los agradecimientos a todos los presentes. Tras diez años de trabajo constante, Perahigos ha demostrado que la pasión por la tierra y el respeto por el cliente son los mejores ingredientes para construir un proyecto sólido y con futuro.
FOTOS: DAVID SAÑUDO
