La nacionalidad no se regala, se merece

Cuando hablamos de “nacionalidad” lo primero que debemos saber es el significado de palabra. Según el Diccionario de la Lengua Española “nacionalidad” es la condición y carácter propio de los pueblos y habitantes de una nación. Además, es un vínculo jurídico de una persona con un Estado, que le atribuye la condición de ciudadano de ese Estado en función del lugar en que ha nacido, de la nacionalidad de sus padres o del hecho de habérsele concedido la naturalización. De momento nos olvidemos del tercer motivo y nos fijaremos en algunas falacias[1] que pueden haber pasado desapercibidas con relación a los dos primeros en el debate actual.

El Partido Popular dice que “La nacionalidad no se regala, se merece” y Vox, por boca de su portavoz en el Congreso, Pepa Millán afirma que "La nacionalidad no puede ser en ningún caso un regalo". Ante estos alegatos podríamos preguntarnos ¿Qué méritos tienen los miembros del Partido Popular, los de Vox y otros por el estilo, para tener la nacionalidad española? ¿Haber nacido aquí? Eso no es mérito suyo. ¿Qué sus padres tuvieran nacionalidad española? Tampoco lo es. En consecuencia, si no es por merecimiento (y siguiendo su lógica) se la han regalado. Por cierto, es cosa mía o estos grupos cada vez se parecen más.

Sigamos. Al presentar hace unos días en Barcelona su Plan de Inmigración, Núñez Feijoó propuso pruebas de integración para los inmigrantes que deben incluir: un mínimo nivel dominio de nuestro idioma y un examen reforzado de conocimiento institucional, legal, cultural e histórico de España. Examen que no se exige a todos los extranjeros, sino a los inmigrantes que no proceden de un país de la UE y que también son inmigrantes ya que “inmigrante” es el que llegan de otro país para establecerse aquí. Esta diferenciación es un modo más de discriminar utilizando el lenguaje. Este examen ya existe, pero el Partido Popular quiere reforzarlo.

Pero vayamos por partes. Si a un grupo de 1.000 españoles y españolas de pura cepa le hiciéramos algunas de las preguntas que figuran en el examen que ha elaborado el Instituto Cervantes para obtener la nacionalidad en 2025, como por ejemplo ¿Cuántas comunidades autónomas hay en España? ¿Dónde está el Monte Aneto? ¿Cuántos kilómetros cuadrados tiene aproximadamente España? ¿Qué dice el artículo 21 de la Constitución Española? o ¿Quién dio el golpe de Estado de 1923? Todas ellas son preguntas reales[2]. ¿Cuántos creen ustedes que aprobarían el examen? Pero como la Constitución Española de 1978 en su Artículo 11. Punto 2 dice que Ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad, aunque muchos de ellos suspendieran no se les podría privar de la nacionalidad y entonces ¿serían suficientemente españoles para merecer la nacionalidad o se la han regado?

Feijoó quiere reforzar esta prueba tan vez podría incluir pruebas prácticas como saber hacer una paella, una fabada, bailar una Sevilla o una sardana.

Veamos otras curiosidades. Se trata de unas afirmaciones del Presidente de Vox Santiago Abascal con relación a la vivienda: “Los nuestros primero en el acceso a la vivienda” y claro la pregunta obligada es ¿quiénes son “los nuestros”? ¿los españoles? ¿los extranjeros de derechas, blancos, ricos y católicos?

Y añade: que por culpa de los inmigrantes los españoles sufren precarización de los trabajos, falta de atención de los servicios públicos y escasez de la vivienda. Por supuesto siempre sin aportar apruebas de todo esto.

Bueno pues en primer lugar habría que decir que los inmigrantes, cuando trabajan, no ocupan precisamente los puestos más demandados por los españoles o las españolas y muchos son explotados por empresarios españoles. Segundo, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (que las febriles y conspiranoicas mentes de la ultraderecha no acepta) los inmigrantes aportan aproximadamente el 10% de los ingresos de la Seguridad Social, mientras que suponen solo el 1% de sus gastos en prestaciones. Por último, todos sabemos que la falta de empleos dignos, listas de espera en la atención sanitaria o escasez de vivienda lo sufren tanto los ciudadanos españoles como los inmigrantes.

Vox ya sabemos lo que es, lo viene repitiendo desde hace años, y Alberto Núñez Feijóo está asumiendo buena parte de su discurso en lo relacionado con la crisis climática, la inmigración y el aborto, lo que le hace poco original. Sus propuestas son un “corta y pega” de medidas o que ya existen o bien que plagia de las que Vox. Invasión islámica, Barrios sin identidad o expulsar a los inmigrantes… Ignorando las estimaciones del Banco de España que hace unos días afirmaba que necesitamos gran cantidad de trabajadores inmigrantes en nuestro país para equilibrar el envejecimiento y que sus aportaciones al Producto Interior Bruto suponen el 25% del total.

Feijóo lo está pasando mal, no sólo con Mazón porque desde dentro le presionan el expresidente Aznar y la Señora Diaz Ayuso y desde fuera Vox. Por cierto, eso de que “La nacionalidad española no se regala, se merece” tampoco es original del Jefe de la Oposición, la pronunció la presidenta ultraderechista italiana, Giorgia Meloni, claro que ella lo hizo con relación a la nacionalidad italiana. Una pena.

[1] Una falacia es un argumento mal construido, que contiene, como mínimo, un error en el razonamiento.

[2] https://www.parainmigrantes.info/test-de-nacionalidad-espanola/