Misioneras de la Providencia, un colegio con alma y pasión
Este centro educativo ofrece servicios que facilitan la conciliación y apoyan a los alumnos: madrugadores desde las 7:45, tardones hasta las 16:00, comedor con cocina propia y menús saludables
El Colegio Misioneras de la Providencia comienza un nuevo curso lleno de ilusión bajo el lema “Un colegio con alma, un equipo con pasión”. Y no es solo un lema: es una manera de entender la educación. Este centro concertado acompaña a los alumnos desde sus primeros pasos en la guardería hasta el final de bachillerato, y ofrece también un ciclo de Formación Profesional en Informática.
Lo que realmente define a este centro es su ambiente familiar y cercano. Aquí cada alumno importa y se siente escuchado. Los profesores, con gran vocación, no solo enseñan, sino que acompañan a los estudiantes en su crecimiento académico, personal y espiritual, trabajando siempre de la mano de las familias.
La vida del colegio va mucho más allá de las aulas. El Grupo Antorcha ofrece a los jóvenes un espacio en el que compartir, crecer en valores y disfrutar de la convivencia. Así, el campamento de verano se ha convertido en una cita esperada por todos, ya que combina naturaleza, amistad y fe. Y cada año, la experiencia del Camino de Santiago supone un momento inolvidable de esfuerzo, encuentro y reflexión que une aún más a alumnos, profesores y familias.
Mayo es un mes muy especial. Las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Providencia reúnen a toda la comunidad en torno a dos citas que nadie quiere perderse: la carrera popular en las pistas del Puente Romano, llena de deporte y convivencia, y el Día de la Familia en la Casa de Formación en Almenara de Tormes, con actividades al aire libre, celebración compartida y una Eucaristía cargada de emoción.
El colegio también piensa en el día a día de cada familia, por lo que ofrece servicios que facilitan la conciliación y apoyan a los alumnos: madrugadores desde las 7:45, tardones hasta las 16:00, comedor con cocina propia y menús saludables, logopeda para quienes necesitan apoyo en el lenguaje, y una amplia oferta de actividades extraescolares.
En definitiva, el Colegio Misioneras de la Providencia es mucho más que un lugar donde estudiar. Es un espacio en el que se aprende con pasión, se vive la fe con alegría y se crean lazos que duran toda la vida. Un colegio que es un hogar donde los alumnos crecen, sueñan y se preparan para transformar el mundo.
