El efecto Ayuso, la maldad y la estupidez humana

Carlo M. Cipolla, uno de los mayores historiadores del pasado siglo, decía que “la humanidad se encuentra en un estado deplorable, lo cual se debe, en buena medida a la abundancia de los estúpidos, la más peligrosa categoría de seres humanos, que nos rodean por todas partes, dispuestos a hacernos daño”.

En el comportamiento de los líderes de la derecha extrema española del PP y de la extrema derecha de VOX concurren elementos de juicio que, parafraseando a Cipolla, suelen ser característicos de la estupidez humana. Aunque, también, por supuesto, de los malvados, a los que diferencia de los anteriores. Mientras las acciones del “malvado” siguen un modelo de racionalidad –perversa, si se quiere calificar así, pero racionalidad-, donde el protagonista quiere añadir un “más” a su cuenta, pero, al no ser suficientemente inteligente para conseguir ese “más” para él, lo que hace es causar un “menos” en el prójimo, las del “estúpido” no existe una manera racional de prever cuando una persona de tal característica llevará su ataque, por lo que ese ataque nos coge por sorpresa y no es posible organizar una defensa racional, porque el ataque, en sí mismo, carece de cualquier tipo de estructura racional.

La semana que ahora concluye nos ha dejado multitud de declaraciones y manifestaciones de líderes de esta “derecha atrabiliaria” que tienen que hacernos reflexionar sobre el comportamiento humano. Ayuso encabeza estas declaraciones esotéricas y que hacen pensar que es debido a que el PP está perdiendo en las encuestas, sus votos se están fugando hacia la extrema derecha de VOX y beneficiando también a la izquierda moderada y a los que siempre se han definido centristas, los del ala más moderada del PP, que, dicho sea de paso, cada día son menos en sus cargos electos.

No hay más que ver la conducta obscena, irrespetuosa, irreflexiva y déspota que tienen los parlamentarios del PP en el Congreso y el Senado y la de los diputados en algunas cámaras legislativas de las CCAA, como Madrid. Y, evidentemente, ate una pérdida de credibilidad en la ciudadanía que sufre el PP, las propuestas son cada día más enloquecidas. Si esta sangría, mezcla de maldad y de estupidez no es detenida por el líder –por denominarlo así, ya que es formalmente el presidente del PP a nivel nacional- Feijóo, su ridículo político está garantizado y en breve espacio de tiempo veremos que habrá otro líder en el PP, en este caso una lideresa, Ayuso, que irá de la “manita” de los políticos más extremistas de VOX y de la extrema derecha, integristas y negacionistas mundiales, como Trump, Milei y Netanyahu.

Es absolutamente inconcebible que Ayuso y en una entrevista televisiva diga que el lehendakari vasco, Pradales, la ha amenazado siguiendo los cánones de los terroristas de la extinguida ETA, con las palabras: “Ayuso, pim, pam pum”, cuando lo que dijo el líder vasco traducido literalmente fue: “Ayuso, escucha, Euskadi habla euskera”, en Euskera “Ayuso entzun, Euskadi euskaldun”. Es decir, lo que Pradales hizo fue una defensa de la lengua y la cultura vascas, algo legítimo, sensato y coherente. Las críticas han venido hasta de personas muy cercanas al PP, como Consuelo Ordoñez, quién ha dicho que las declaraciones de Ayuso son una “banalización de una persona ignorante”.

Esa ignorancia de Ayuso a la que hace referencia Consuelo Ordoñez, la sigue manteniendo en otras múltiples declaraciones. Que diga, como el jueves en la Asamblea de Madrid, en relación a los voluntarios que iban en la Flotilla con dirección a Gaza para prestar ayuda humanitaria, que “si la asamblea de la facultad flotante creyera que Israel es un estado genocida no habrían aparecido por allí ni locos, pero se han dado el baño y a partir de ahora, venga, subvenciones para el teatro, para el cine…”. En realidad, la conducta de este personaje político es absolutamente deplorable, cruel, indignante e ignorante. Ignorante, porque el propósito de Israel con esta masacre es la destrucción total o parcial de un grupo nacional, étnico, racial o religioso; en este caso, el pueblo palestino, no la de otros grupos como los ciudadanos de otras partes del mundo que han ido en la Flotilla humanitaria. Indignante, porque se está mofando de una tragedia, de un exterminio que nos recuerda al realizado por el nazismo en sus campos de concentración. Deplorable, porque con sus palabras se está mofando de la violación de los derechos humanos de todo un pueblo y cruel, porque esa masacre se está cebando también con niños, hombres, mujeres y ancianos que habitan esa parte del mundo y que, en ningún caso, son responsables de los ataques terroristas previos de Hamás. El nivel de empatía de Ayuso dista mucho de ser el de una persona sensible ante las atrocidades que se cometen y ante el exterminio de una población civil, como es la de Gaza. ¡Qué poca humanidad!

Es, por otra parte, un insulto a la inteligencia que en sus declaraciones acuse a estos voluntarios de la Flotilla de hacer lo que han hecho para “obtener subvenciones para el teatro y el cine…”, cuando ella está destinando ingentes cantidades de dinero público para chiringuitos de sus amigos, para fiestas inventadas de la Hispanidad –lo veremos en los actos de la Comunidad del 12 de octubre- e incluso, lo último conocido, 48.000 euros para un Belén navideño que se instalará en la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid. Mientras se dedican cantidades millonarias a estos eventos, el dinero público que esta Comunidad Autónoma destina a la sanidad, la educación y los servicios sociales de los madrileños es cada vez menor, debido a los recortes. No hay dinero para los servicios públicos esenciales de los ciudadanos y si lo hay para que se lucren sus “amiguetes” y hagan negocio con el dinero de los madrileños.

Aunque no sólo en Madrid, esta semana hemos conocido que más de 2000 mujeres andaluzas no fueron avisadas en el plazo correspondiente por el Servicio Andaluz de Salud de que sus mamografías –hechas el algunos casos hace más de dos años- detectaron problemas graves de salud relacionados con tumores cancerosos. El deterioro de la sanidad pública por parte de los gestores de la derecha extrema y la extrema derecha, es apabullante. Y luego, obedeciendo el criterio de sus jefes políticos, los presidentes autonómicos del PP no van a pedir una “quita” de sus deudas, una medida que les iría fenomenal, pero como beneficia a Cataluña porque esta comunidad lo ha pactado con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, deciden oponerse a ella. Es tremendo el juego sucio político del PP. Se oponen a todo lo que propone el Gobierno, aunque les beneficie.

Lo más grave de Ayuso, no es que esté cometiendo políticamente maldades y estupideces, sino que desde la dirección del PP no se opongan e incluso se aprueben sin fisuras las decisiones de la presidenta madrileña. Feijóo tiene un problema muy serio. Ahora más que nunca, la famosa frase del desaparecido político italiano Giulio Andreotti, le viene a Feijóo como anillo al dedo: “el poder desgasta sobre todo a quién no lo tiene”.