Un funcionario de la cárcel de Topas, hospitalizado y pendiente de cirugía tras ser agredido por una reclusa

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado una nueva agresión sufrida por un trabajador del Centro Penitenciario de Topas durante la pasada madrugada. Los hechos ocurrieron cuando el Jefe de Servicios acudió a intervenir ante la conducta "extremadamente violenta" de una interna.

Según informa el sindicato, a pesar de los intentos por rebajar la tensión, la interna propinó un fuerte puñetazo en la nariz al funcionario. El trabajador tuvo que recibir una primera asistencia en la enfermería del propio centro y, posteriormente, fue trasladado al servicio de Urgencias de un centro hospitalario.

Debido a la entidad del traumatismo, los servicios médicos valoran una posible intervención quirúrgica para tratar la lesión sufrida por el funcionario.

Exigencias de CSIF para garantizar la seguridad

Tras condenar enérgicamente la agresión, CSIF ha reclamado una serie de medidas inmediatas para garantizar la seguridad en los centros penitenciarios. Las principales exigencias del sindicato son:

• El reconocimiento efectivo de los funcionarios de prisiones como Agentes de la Autoridad, con la protección jurídica y operativa que ello conlleva.
• Una revisión urgente de los criterios de clasificación interior y de gestión de internos con perfiles de riesgo.
• La actualización de protocolos y medios materiales de intervención, incluyendo la dotación de recursos coercitivos modernos y formación continua en desescalada y manejo de crisis.

Paco Herrero, responsable de CSIF Prisiones en Salamanca, ha señalado que lo ocurrido "no es un hecho aislado". En sus propias palabras: “La distancia entre lo que se vive a diario en los centros y lo que se proyecta desde los órganos gestores es inasumible. Exigimos medidas reales para prevenir estas agresiones y proteger a quienes sostienen el servicio público penitenciario”.

Desde CSIF recuerdan que la seguridad del personal "no puede descansar únicamente en la pericia y el aplomo individual de los funcionarios", e insisten en la necesidad de una política penitenciaria "responsable, con recursos suficientes y decisiones técnicas basadas en la prevención de riesgos".