Terapias, campamentos y otras actividades: así es la red de apoyo práctico de Corazones Guerreros
Imagen de archivo de una actividad
La asociación ha tejido una red de soporte práctico que aborda las necesidades concretas y, a menudo, costosas que surgen en el día a día de las 36 familias asociadas
El trabajo de Corazones Guerreros va mucho más allá del consuelo y apoyo emocional. La asociación ha tejido una red de soporte práctico que aborda las necesidades concretas y, a menudo, costosas que surgen en el día a día de las 36 familias asociadas. Su labor se centra en varios ejes fundamentales:
- Ayudas para terapias especializadas: Muchos de los niños necesitan tratamientos como logopedia, musicoterapia o atención temprana. La asociación cubre parte de estos gastos, especialmente durante los meses de verano, cuando las ayudas públicas a menudo se interrumpen.
- Ocio e integración: Para mitigar el miedo que supone para los padres enviar a sus hijos a actividades como campamentos, Corazones Guerreros subvenciona plazas en campamentos especializados organizados por la fundación Menudos Corazones, una entidad de ámbito nacional con sede en Madrid.
- Apoyo logístico en Madrid: Dado que los hospitales de referencia para las operaciones más complejas se encuentran en la capital, la asociación actúa como intermediaria. "Nosotros, digamos que hacemos como intermediarios", detalla Esther. Cuando una familia de Salamanca debe desplazarse, contactan con la fundación para que les proporcionen alojamiento y apoyo como si fueran socios directos.
Este soporte logístico busca compensar "las diferencias que tenemos por nacer en una comunidad autónoma o en otra", señala Esther. Nacer en Salamanca implica un desplazamiento a Madrid, con los gastos y el desarraigo que ello conlleva, un impacto que la asociación se esfuerza en mitigar.
Recientemente, han estrechado lazos con el Hospital Clínico de Salamanca, que organizó una visita guiada para los niños y sus padres por servicios como hemodinámica. "Nos enseñaron en directo cómo se hacía un cateterismo. Todas esas cosas creo que quitan un poco el miedo, y el tener la información es un poder", afirma Esther, destacando una actividad que esperan repetir periódicamente por su valor enriquecedor.
