Desviar la atención. El arte de la derecha y la ultraderecha

El curso político ha comenzado con la misma intensidad que finalizó el anterior –aunque parece que la disputa política nunca descansa- y la derecha extrema del PP y la extrema derecha de VOX continúan en la misma línea destructiva, descalificando al gobierno y, sobre todo, a su presidente Pedro Sánchez, manipulando la información, engañando constantemente y negándose a colaborar con el Ejecutivo en la resolución de los problemas de los ciudadanos, que son muchos y complejos. Son fundamentalistas del odio y no cesarán hasta que consigan el poder – y para ello no escatiman los medios, les da igual, ya sea por lo civil o por lo criminal-, que es lo único que les interesa, para mangonear a su antojo; algo que consideran consustancial a su estado, posición o condición social, dado que se sienten superiores, por casta y por tradición, al resto de los ciudadanos. ¿Cómo van a soportar los herederos y advenedizos de la aristocracia y la nobleza que dirijan las riendas del Estado los “izquierdosos perroflautas” o los “nadies, ningunos o ninguneados”, como definía Eduardo Galeano?.

La inquina con la que actúan les impide ver la realidad, les imposibilita ser objetivos en el análisis y, por ello, sus críticas rozan el esperpento. ¿Cómo es posible que siendo las competencias de prevención y extinción de incendios, autonómica, y ante la intensa ola incendiaria que ha sacudido a Galicia, Castilla y León y Extremadura, gobernadas por el PP con el apoyo de VOX, puedan pedir en el Senado -Cámara en la que el PP tiene mayoría absoluta- que comparezcan ministros del gobierno central y, en cambio, este mismo partido que gobierna en las tres Comunidades Autónomas haya negado en los parlamentos autonómicos la comparecencia de los presidentes de las respectivas CCAA? La verdad es que la disociación entre la mente de los políticos de esta derecha cainita y la realidad es escandalosamente apabullante.

Conscientes de los errores de gestión cometidos en las CCAA donde ha habido incendios, el PP, por boca de su líder, Feijóo, está intentando intoxicar la realidad con propuestas irrisorias y poco efectivas, como son las de la creación de un “registro de pirómanos” o de que se les instalen dispositivos telemáticos a los mismos (pulseras de vigilancia electrónica), cuando los datos de los presuntos delincuentes que han infringido las normas penales ya están registrados cuando son detenidos, identificados e investigados y si son condenados, además, van directamente al Registro Central de Penados y Rebeldes del Ministerio de Justicia. Esta propuesta es una ocurrencia y un disparate más para captar la atención de los medios de comunicación y para que éstos no hablen de lo importante: la pésima gestión de la prevención y extinción de incendios de las Comunidades Autónomas donde los incendios están descontrolados. En realidad es que los medios de comunicación entregados en cuerpo y alma a esta derecha cainita, nunca pedirán cuentas de la gestión del PP, sino que se limitan a “dar leña” al gobierno y sobre todo a su presidente, con independencia de que la gestión sea mala o buena.

Con estas ocurrencias, Feijóo quiere impedir que se hable de que regiones como Castilla y León no han incrementado los medios de prevención y extinción de incendios, a pesar de que en 2022 la sierra de la Culebra, en Zamora, sufrió el peor incendio jamás conocido en esta provincia. Se ha sabido también, que Castilla y León es la comunidad que más despliegue de medios del Estado ha utilizado para la extinción de los incendios, mientras no ha invertido en el incremento de medios propios.

Por otro lado, resulta igualmente desgarrador e insultante que los parlamentos autonómicos de las regiones que han padecido incendios y en los que gobierna el PP –como apunté anteriormente- hayan impedido la creación de comisiones de investigación, cuando en el Senado ya han comparecido esta semana tres ministros del gobierno de España. Señor Feijóo, ¿pero no se le cae la cara de vergüenza que su partido exija la comparecencia de miembros del Gobierno por el desastre, cuando aún no se han sofocado los incendios y, en cambio, se nieguen a ser investigados los gobiernos autónomas que son los competentes exclusivos en materia de prevención y extinción de incendios?

Especialmente repugnantes han sido las declaraciones de la portavoz del PP en el Senado, Alicia García, desdeñando con un odio sin parangón, la intervención de la Ministra de Defensa, Margarita Robles, por el despliegue de la UME y del ejército en la extinción de incendios. Esta señora parece ignorar que ha sido procuradora del PP en las Cortes de Castilla y León durante 12 años y Consejera del gobierno de la Junta de Castilla y León durante dos legislaturas; esa región en la que los gobiernos del PP no han invertido lo suficiente en la prevención y extinción de los incendios y lo que ha invertido se lo ha entregado a empresas privadas que son las que contratan a las brigadas de bomberos, a quienes se les somete a unas condiciones laborales y salariales muy precarias e indignas.

A este respecto, hay que recordar que históricamente el PP ha sido una formación política muy reacia a la estructura territorial del Estado prevista en la Constitución Española, porque nunca fueron ni autonomistas ni federalistas; han sido siempre amantes de un concepto de España como “una, grande y libre”. Ahora bien, en cuanto comenzaron a acceder al poder autonómico en algunas CCAA cambiaron de opinión, pero desplegando siempre la “ley del embudo”, es decir, lo ancho en temas competenciales: representación de la CCAA, protocolo y “mamandurrias” derivadas del poder, lo asumen sin ningún problema; pero lo estrecho, las obligaciones y las competencias de gestión que llevan aparejadas grandes inversiones dicen que es el Gobierno del Estado el competente. En este tema “escurren el bulto”, como pasó con la gestión de la DANA en Valencia y actualmente con la de los incendios en Galicia, Castilla y León y Extremadura. Lo que se ha conocido estos días en relación a los 22.000 euros de dinero público que ha gastado el presidente valenciano Mazón y dos de sus Consejeros en cenas durante seis meses, es de un escándalo mayúsculo. Como bien ha declarado Joan Baldovi, diputado de Compromís “esto es un símbolo de su manera de entender el Gobierno: no están para servir a la gente, sino para servirse y aprovecharse de nuestro dinero”. Estos datos han sido recabados del portal de Transparencia de la Generalitat valenciana.