El nuevo reto de José Antonio Sayagués tras el adiós a 'Pelayo': "Pensé en cortarme la coleta pero me la jugué con la zarzuela"

Casi veinte años y cerca de 4.000 capítulos dando vida a Pelayo Gómez, el tabernero más querido de la televisión, podrían haber sido el broche de oro a una carrera de más de medio siglo. Sin embargo, para el actor salmantino José Antonio Sayagués, el final de 'Amar es para siempre' no ha supuesto un punto final, sino un punto y aparte cargado de nuevos retos. En una conversación en exclusiva con Salamanca RTV Al Día, el intérprete confiesa que la idea de la retirada le rondó la cabeza, pero la realidad ha impuesto su propio guion: una agenda repleta de teatro, zarzuela y proyectos que lo mantendrán sobre los escenarios, como mínimo, hasta 2026.

El esfuerzo titánico que suponía la grabación diaria de la serie, con jornadas que comenzaban a las cinco de la mañana, parecía una razón de peso para bajar el ritmo. "Al acabar la serie en abril del año pasado, de alguna manera pensé que ya tenía que cortarme la coleta", admite Sayagués con sinceridad. Una intención que se desvaneció rápidamente ante la avalancha de propuestas.

"Lo cierto es que desde esa fecha hasta ahora no he estado más que entretenido", añade. Lejos de un merecido descanso, su vida se ha convertido en un torbellino de eventos, reconocimientos, colaboraciones con la Academia de Cine, la grabación de una película y hasta la incursión en el mundo de los audiolibros. "Hemos pasado de estar centrados en una cosa concreta a estar centrado en muchas cosas", reflexiona.

El reto mayúsculo de la Zarzuela

Uno de los proyectos más inesperados y estimulantes ha sido su debut en un género que no había explorado. Su participación en 'La del manojo de Rosas' en el prestigioso Teatro de la Zarzuela de Madrid ha sido una experiencia transformadora. "Era una experiencia complicada, un código que yo no había trabajado", explica. Al encontrarse rodeado de una orquesta de treinta músicos, barítonos y sopranos, se preguntó: "Bueno, ¿y qué hago yo aquí?".

Fiel a su espíritu audaz, decidió afrontar el papel de Don Pedro Montero rompiendo con las interpretaciones anteriores. "Le di un aire completamente diferente, le cambié toda la urdimbre y me la jugué, como suelo hacer cada vez que me meto a hacer alguna historia", relata. El riesgo dio sus frutos: la creación sorprendió y gustó tanto que ya le han ofrecido otro papel en una producción mayor, aunque esta vez con el desafío añadido de cantar. "Lo más que puede pasar es que te des un batacazo y te echen", bromea con la seguridad que le dan sus cincuenta años de profesión.

La obra, además, iniciará una gira que comenzará el 23 de octubre en el Teatro Olympia de Valencia. Pero sus compromisos no terminan ahí: Sayagués formará parte de la programación del Teatro Fernando Fernán Gómez de Madrid, donde ensayará a partir de octubre para el montaje de 'Don Juan Tenorio', que se estrenará a finales de noviembre. Además, tiene sobre la mesa una oferta para una serie y dos obras de teatro más que está estudiando con calma.

Esta inagotable energía profesional se apoya en una filosofía de vida muy clara. A pesar de la tentación inicial de retirarse, su familia y compañeros le animaron a seguir. "El tema es que tú te encuentres bien física y psíquicamente, y yo me encuentro perfectamente bien", afirma. Su secreto, revela, es "una vida muy ordenada, muy monacal" y mantener la mente activa estudiando sus dos grandes pasiones, la filosofía y la física. "La mente se mantiene muy viva con todo esto. Y aprendiéndote papeles, la memoria no baja", asegura.

Salamanca siempre en el horizonte

A pesar de su apretada agenda en Madrid, José Antonio Sayagués no olvida sus raíces. Aunque sus visitas a Salamanca son esporádicas ha confirmado que no faltará a una cita importante: "Estaré el día del pregón de las fiestas".

Su conexión con la ciudad va más allá de lo personal y se adentra en lo profesional con un proyecto del que, por ahora, solo puede dar unas pinceladas en exclusiva. "Tengo un proyecto en marcha para Salamanca, pero no puedo hablar de él demasiado todavía. Es un proyecto que es precioso, maravilloso y la idea es que se haga en Salamanca", revela. Aunque prefiere ser cauto: "Los proyectos hay que hablarlos cuando ya están consolidados". Además, adelanta que un dramaturgo ya está trabajando en el texto y que podría ver la luz de cara a finales de 2025 o ya en 2026.

El actor también tiene palabras de elogio para la programación cultural salmantina, destacando la labor de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes, la calidad de los grupos locales y el papel de la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo como "un referente nacional". En su opinión, las instituciones apoyan la cultura y la ciudad mantiene viva la "raigambre cultural muy potente" que se consolidó con la Capitalidad Cultural Europea de la ciudad en el año 2002.

Finalmente, y demostrando que su vínculo con la tierra sigue intacto, no quiere terminar la conversación sin una reivindicación clara y directa. "Sigo reivindicando una mejoría del transporte para Salamanca. Lo seguiré manteniendo, porque además yo utilizo el transporte público", concluye con firmeza.