Saelices El Chico despide San Benito con un concurso de disfraces que dejó un buen sabor de boca
Comida y merienda populares, chocolatada nocturna y un ambiente festivo que puso el broche final a las celebraciones.
Saelices El Chico cerró este lunes las fiestas de San Benito 2025 tras más de una semana de intensa actividad, iniciada el pasado 3 de agosto. Han sido jornadas marcadas por una variada programación que, a lo largo del fin de semana, alcanzó sus momentos más concurridos y emotivos.
Quedan ya para el recuerdo los pregones, encierros, capeas y procesiones que han jalonado el calendario festivo y que, año tras año, se integran en la memoria colectiva del municipio.
La última jornada estuvo dedicada, de forma especial, a dos pilares de la comunidad: los más pequeños y los mayores. Durante la mañana, un parque infantil ofreció diversión a los niños, mientras que el Ayuntamiento rindió homenaje a los vecinos de más edad, reconociendo públicamente su aportación y sus valores como parte esencial de la historia de Saelices.
La convivencia entre lugareños y visitantes tuvo como punto de encuentro una comida popular que reunió a peñistas y vecinos. Después, la plaza se convirtió en escenario de juegos tradicionales, antesala de una merienda a base de chorizo, que reavivó fuerzas para encarar la recta final.
La noche estuvo marcada por el concurso de disfraces, en el que la creatividad se desplegó con referencias tanto a las calles del pueblo como a conocidos concursos televisivos. La recreación del popular “juego de la ruleta” se alzó con el primer premio en la categoría adulta, cuyo importe fue íntegramente donado a la comisión de fiestas. En la categoría infantil, el galardón fue para “Las Lagartijas de Saelices”, que conquistaron al jurado con su simpatía.
La jornada concluyó con una chocolatada que aportó el toque dulce a la amarga despedida de San Benito, y que se prolongó hasta bien entrada la noche gracias a la música de una discoteca móvil. Con ello, se cerró simbólicamente —y con buen sabor de boca— la “cremallera” de unas fiestas que, un año más, han demostrado el vigor de las tradiciones y la implicación de sus gentes.
