El alcalde, Alfonso Castilla, presidió una ceremonia que combinó la celebración de la vida con el duelo colectivo en memoria de uno de los vecinos fallecido hace unos días
Peralejos de Abajo ha vivido este fin de semana uno de los momentos más esperados y entrañables de sus fiestas de verano: el homenaje a sus mayores. Sin embargo, el ambiente festivo ha estado teñido por una profunda tristeza que ha marcado indeleblemente la celebración. En un acto que ha combinado el reconocimiento a una vida entera con el duelo por una pérdida reciente, el municipio ha honrado a Leandro García del Álamo, de 87 años, y a su esposa, Teresa Arroyo Marcos, de 86, los vecinos de más edad empadronados del pueblo. El evento, presidido por el alcalde, Alfonso Castilla, se ha convertido en un símbolo de la unidad de un pueblo golpeado por la tragedia.
El salón municipal, con la asistencia de unas 80 personas entre familiares, amigos y vecinos, ha sido el escenario de un acto que ha comenzado con un tono solemne e inesperado. El alcalde, visiblemente afectado, tomó la palabra para contextualizar el sentir general del pueblo, confesando que estas han sido las fiestas más duras de sus siete legislaturas en el consistorio.
Antes de proceder con el homenaje, Alfonso Castilla ha querido compartir con los presentes la pena que embarga a la localidad. "Llevo, y mis compañeros, algunos de ellos también, siete legislaturas en el Ayuntamiento y os puedo asegurar que no he sufrido tanto en unas fiestas como en estas", ha afirmado con sinceridad. El motivo de este dolor tiene un nombre propio: Javi. "Han sido unas fiestas muy, muy, muy accidentadas, pero ha sido el reciente fallecimiento de este vecino de 47 años el que ha hecho mella en el ánimo de los peralejanos, pues -como ha subrayado el alcalde- la pérdida humana está por encima de cualquier contratiempo material.
En un gesto de respeto y memoria colectiva, Castilla ha solicitado a todos los asistentes guardar un minuto de silencio. El salón ha enmudecido, rindiendo un tributo sentido que ha unido aún más a los vecinos en un abrazo simbólico de consuelo y recuerdo. Este momento ha servido como preludio para un homenaje que, si bien celebraba la longevidad, también reconocía la fragilidad de la vida.
Superado el solemne instante, el acto ha recuperado su propósito original. El alcalde ha explicado el tradicional procedimiento de selección de los homenajeados, que se realiza consultando el padrón municipal para identificar a las personas de mayor edad. Este año, la casualidad ha querido que el reconocimiento recayera en un matrimonio. "Cuál fue la casualidad que cuando miramos el padrón le tocaba a Leandro por edad, y el siguiente año sería Teresa, y dijimos, hombre, ya que están los dos, afortunadamente bien, pues que lo disfruten los dos juntos", ha relatado Castilla.
Con estas palabras, se ha procedido a la entrega de los reconocimientos. Leandro García del Álamo ha recibido una placa conmemorativa con su nombre y el de Teresa y sus fechas de nacimiento, un testimonio de cariño de su pueblo. A su lado, su esposa, Teresa Arroyo Marcos, ha recibido un vistoso ramo de flores como símbolo de afecto y gratitud. La emoción era palpable en sus rostros y en los de sus hijos, nietos y amigos que los arropaban en un día tan significativo.
Tras la entrega, ha sido Teresa quien ha tomado la palabra en nombre de ambos para agradecer el gesto. Con una voz cargada de emoción, ha expresado su gratitud al Consistorio y a todos los presentes. "Quiero dar las gracias de corazón al ayuntamiento por este emotivo homenaje, que nos llena de orgullo y emoción. Es un honor recibir esta placa y formar parte de la historia de nuestro querido pueblo", ha comenzado.
En su discurso, Teresa ha puesto en valor el fuerte sentido que define a los vecinos de Peralejos de Abajo. "Leandro y yo llevamos toda la vida aquí, y podemos decir con certeza que siempre hemos sentido el calor y la cercanía de nuestra gente. Si algo caracteriza a nuestro pueblo, es por la solidaridad", ha asegurado. Además, ha compartido una entrañable anécdota que revela la identidad y el arraigo de su familia, conocida por todos como 'los molineros'. "A los nietos, cuando no los conocen, le preguntaban, '¿de quién sois?'. Y a toda la gente le decían, 'de los molineros'. Así que por eso os digo, de los molineros", ha concluido entre los aplausos de los asistentes.
El homenaje ha culminado con una comida de hermandad ofrecida por el Ayuntamiento, un momento para compartir y celebrar la vida. Los asistentes han podido disfrutar de unos generosos entremeses con embutidos de la tierra y empanada, seguidos de una gran paella, preparada por los cocineros Agus y Samuel. El alcalde ha querido restar importancia a lo material para enfatizar el verdadero significado del encuentro: "Lo de la comida es lo de menos, lo importante es estar juntos y entre todos hacer pueblo y disfrutar del día".
Tras el homenaje a los mayores el programa festivo continúa esta noche con la actuación del mago “Fernando Espí”.