Tres reses de la ganadería mirobrigense Lidiarte Charro ofrecieron un notable espectáculo en la capea celebrada este martes
Agallas celebra estos días las fiestas en honor al Cristo del Buen Suceso, su patrón, en un ambiente marcado por la tradición, el reencuentro familiar y la intensa vida social propia del verano en los pueblos. Como cada año, numerosos vecinos retornan a su localidad de origen, rememorando con emoción la infancia y la juventud vividas entre estas calles, mientras las nuevas generaciones descubren el encanto de la vida rural y forjan vínculos que, quizás algún día, les unirán de forma definitiva a esta tierra.
Los festejos comenzaron oficialmente el lunes por la tarde con el pregón y un animado desfile de disfraces, punto de arranque de una programación que continuó el martes con una capea protagonizada por tres vaquillas de la ganadería Lidiarte Charro, que también se encargó de la organización del evento. Las reses ofrecieron un excelente juego en el improvisado coso taurino instalado en la Plaza y las calles adyacentes del pueblo.
Para garantizar la seguridad del festejo, se procedió al corte de la carretera DSA-358 a la altura del kilómetro 5, en el tramo que conecta Agallas con la pedanía de Vegas de Domingo Rey, que pasó a integrarse en el recorrido taurino.
Ni los casi 38 grados que marcaban los termómetros a la sombra, fueron obstáculo para que vecinos y visitantes —procedentes de otras localidades salmantinas y de poblaciones cercanas del norte de Extremadura— llenaran balcones y talanqueras, atentos al paso del ganado bravo y a las suertes ejecutadas por los mozos más intrépidos.
La jornada prosiguió con la animación musical de la charanga El Bombazo, patrocinada por la Peña 'La Trompa' y, concluyó con una actuación de la macrodiscoteca I.V.N., que puso el broche final a una intensa tarde festiva.