UGT y CCOO denuncian su exclusión del plan de 90 millones de euros para la zona fronteriza con Portugal

Salamanca se ha convertido este lunes en el epicentro de la cooperación sindical hispano-lusa. Las sedes de UGT en la capital charra han acogido la Comisión Ejecutiva del Consejo Sindical Interregional (CSIR), un organismo clave que agrupa a CCOO y UGT de Castilla y León junto a sus homólogos portugueses, CGTP y UGT-P. Sobre la mesa, un objetivo claro y una denuncia contundente: la necesidad de proteger y mejorar las condiciones de los miles de trabajadores transfronterizos y la exigencia de ser incluidos en los planes de desarrollo de 'la raya', de los que, aseguran, han sido completamente marginados por la Junta de Castilla y León.

Este encuentro no es un hecho aislado, sino el resultado de décadas de colaboración. El CSIR, un instrumento de la Confederación Europea de Sindicatos, fue creado precisamente para abordar las realidades laborales de las zonas fronterizas. Como ha explicado Óscar Lobo San Juan, secretario general de UGT Castilla y León, el objetivo es "establecer mecanismos de cooperación y de trabajo para visibilizar la relación y el mundo del trabajo, sobre todo sobre la situación de los trabajadores transfronterizos".

La reunión ha adquirido una relevancia especial al celebrarse a las puertas de los encuentros que la Junta de Castilla y León tiene previstos con las regiones Norte y Centro de Portugal. Ante esta agenda institucional, los sindicatos han elevado la voz. "Sí que reclamamos la necesidad de que el mundo del trabajo, que los representantes de los trabajadores también formen parte de esos grupos de trabajo, de esos ámbitos de desarrollo y cooperación institucional, para que no se dejen a un lado y que se escuche la visión del mundo del trabajo", ha afirmado Lobo San Juan.

Un plan de 90 millones de euros sin diálogo social

El principal punto de fricción es el recientemente anunciado 'Plan de Desarrollo Socioeconómico de la Zona de la Raya', que afecta a municipios de Salamanca y Zamora. Un plan dotado con 90 millones de euros para los próximos seis años del que los agentes sociales se han enterado por la prensa. Ana Fernández de los Muros, secretaria general de CCOO Castilla y León, ha sido tajante al respecto, lamentando la total falta de interlocución.

"Los sindicatos no tenemos ninguna participación. Ha salido efectivamente un plan con un montante presupuestario de 90 millones, no sabemos si es suficiente o no", ha criticado Fernández de los Muros. Ha señalado que, aunque ya se ha implementado un millón de euros para proyectos de emprendedores, se ha hecho sin contar con la perspectiva de los trabajadores. "Nosotros no hemos participado. Los sindicatos estamos fuera, tanto los compañeros portugueses como los sindicatos mayoritarios españoles. Deberíamos participar, igual que hacemos en el diálogo social, donde también estaría la parte empresarial", ha sentenciado.

Esta exclusión, argumentan, es un error estratégico que pone en riesgo la efectividad de las medidas. Consideran que solo a través del diálogo social se pueden diseñar proyectos que beneficien al conjunto de un área que necesita desesperadamente un impulso para combatir la despoblación y la falta de oportunidades.

Propuestas concretas para los trabajadores transfronterizos

Más allá de la denuncia, el encuentro ha servido para definir una agenda de trabajo con propuestas concretas. La principal preocupación es la desprotección que a menudo sufren los trabajadores que cruzan la frontera a diario, tanto españoles que van a Portugal como portugueses que vienen a Castilla y León. Para atajar esta situación, los sindicatos han puesto sobre la mesa una demanda histórica.

"Necesitaríamos tener oficinas que orienten a los trabajadores y trabajadoras en la raya, en la zona fronteriza", ha detallado Ana Fernández. La propuesta consiste en crear puntos de información específicos sobre derechos laborales y seguridad social, más allá de la información general que pueda ofrecer la administración. "Quizás con dos oficinas de un lado y de otro, podríamos dar cobertura a las demandas directas de los trabajadores", ha añadido, insistiendo en que deben centrarse en los derechos de este colectivo específico.

Otra de las iniciativas que se ha acordado impulsar es la organización de una jornada conjunta con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de ambos países. Aunque reconocen que la capacidad sancionadora es limitada en un contexto transnacional, creen que una jornada de este tipo sería "muy interesante" para coordinar acciones y visibilizar problemáticas comunes. Óscar Lobo ha insistido en la importancia de velar por que "las condiciones en su condición de trabajador transfronterizo sean respetadas".

Un frente común ante los retos de futuro

La reunión ha concluido con el compromiso de mantener y reforzar esta colaboración histórica. Los sindicatos han acordado una agenda de trabajo conjunta para solicitar formalmente a la Junta de Castilla y León su inclusión en todos los foros de cooperación transfronteriza. El objetivo final, han reiterado, es que el desarrollo económico y social de 'la raya', una zona de interior que pierde población en ambos lados de la frontera, se construya sobre bases sólidas de empleo de calidad y derechos laborales garantizados. Un futuro para el que, insisten, la voz de los trabajadores no es una opción, sino una necesidad imperiosa.

Foto de Elena Rodríguez