La Fundación Inés Luna Terrero ha destinado 70.000 euros para la restauración de 'La Asunción de la Virgen', un monumental lienzo del pintor barroco Juan Martín Cabezalero que se encuentra en la iglesia de Vitigudino. La obra, en un estado de conservación crítico, será sometida a un complejo proceso que, además de devolverle su esplendor, buscará confirmar científicamente su autoría.
"Casi Velázquez", aunque entrecomillas. Con esta contundente comparación se ha puesto de relieve la magnitud de la obra que preside la iglesia parroquial de Vitigudino. La 'Asunción de la Virgen', un monumental lienzo del pintor barroco Juan Martín Cabezalero, ha iniciado un viaje crucial desde el borde del colapso hacia su plena recuperación. Se trata de un ambicioso proyecto de restauración, financiado por la Fundación Inés Luna Terrero, que no solo busca devolverle su esplendor original, sino también desvelar los secretos que oculta tras siglos de deterioro y antiguas intervenciones.
La presentación oficial del proyecto ha reunido en la iglesia de Vitigudino a las figuras clave de esta iniciativa. Rosa López, presidenta del Patronato de la Fundación y subdelegada del Gobierno en Salamanca, ha explicado el origen de los fondos. "La Fundación Luna Terrero ha decidido con los excedentes culturales, pues, invertir en la restauración de nuestro patrimonio. Y qué mejor que aquí, en la tierra de Inés Luna Terrero", ha señalado. La inversión, que asciende a aproximadamente 70.000 euros, se alinea con otras actuaciones de alto perfil de la fundación, como la recuperación del órgano de la Universidad de Salamanca o de lienzos de la Universidad Pontificia.
Junto a ella, el alcalde de la localidad, Javier Muñiz, y el párroco, José Antonio Andújar, han expresado su profundo agradecimiento por una intervención que consideran vital para la salvaguarda de una de las joyas patrimoniales más importantes del municipio.
El lienzo, de imponentes dimensiones (3,15 metros de ancho por 4,45 de alto), fue una donación realizada en 1916 por el marqués de Puerto Seguro, Luis Carvajal y Melgarejo, quien fue diputado a cortes por Vitigudino e hijo adoptivo del pueblo. En una curiosa efeméride destacada por el alcalde, la presentación ha coincidido con el 88º aniversario del fallecimiento del marqués y conce de Cabrillas y de Bailén, cerrando un círculo histórico.
La obra pertenece a Juan Martín Cabezalero (1645-1673), una figura fascinante y trágica del Barroco español. Formado en la propia casa de su maestro, el célebre Juan Carreño de Miranda, murió con tan solo 28 años, dejando una producción corta pero de altísima calidad, con obras presentes incluso en el Museo del Prado.
La restauradora María Luisa López, responsable de la empresa salmantina Uffizzi, ha sido la encargada de trazar el sombrío diagnóstico del estado de la obra. La situación ya era motivo de alarma hace más de una década. "Ya en 2010 se publicó en prensa (...) que el estado de conservación era muy deplorable. Os podéis imaginar que, 15 años después, el estado no ha mejorado, sino que, como poco, sigue igual de mal o un poquito peor", ha afirmado con preocupación.
Los daños son múltiples y graves. La tela, formada por varias piezas cosidas debido a su gran formato, sufre tensiones y desgarros. Pero lo más alarmante son los levantamientos y las pérdidas de policromía en toda la superficie. A esto se suman los estragos del tiempo y de unas condiciones de conservación no siempre óptimas, con épocas de abandono en las que "entraban las aves, podemos encontrar excrementos, podemos encontrar muchísimas patologías y, sobre todo, cambios bruscos de temperatura de humedad".
Además, una gruesa capa de barnices oxidados oculta por completo la viveza de los colores originales y el marco, muy repintado, podría esconder una lámina de oro de gran calidad que se intentará recuperar.
El plan de actuación es tan meticuloso como complejo. La obra será descolgada y trasladada al taller de Uffizzi para poder trabajar en ella con la infraestructura necesaria. El primer paso será realizar un exhaustivo análisis físico-químico para identificar los materiales constitutivos: pigmentos, aglutinantes y el tipo de soporte textil. Este estudio es fundamental no solo para elegir los tratamientos adecuados, sino también para abordar el gran reto científico del proyecto: la confirmación de la autoría.
"Uno de los grandes retos es precisamente certificar la autoría", ha confesado López, calificándolo como un "reto maravilloso". Aunque la obra está atribuida a Cabezalero, la confirmación científica aportaría un valor incalculable. La restauradora ha explicado la dificultad de esta tarea, dado que la temprana muerte del pintor le impidió alcanzar una plena madurez artística. Su estilo bebe de su maestro, pero también de Rubens, del arte veneciano y del tenebrismo característico del Barroco español.
La investigación implicará comparar los resultados analíticos con los de otras obras confirmadas del autor y colaborar con el principal investigador de su figura y con los grandes museos que custodian su legado. "Nosotros somos nada más que un granito de arena en este tema e intentaremos hacer con todo el rigor del que somos capaces", ha añadido.
¿Cuánto tiempo llevará devolver la vida a la "Asunción"? María Luisa López se ha mostrado cauta. "Queremos que en un plazo de aproximadamente cuatro meses pudiese estar restaurado", aunque no ha podido confirmar ese plazo ante las dificultades que plantea la actuación, tanto técnicas como económicas, por lo que ha advertido que "lo que manda es la propia obra y su estado de conservación".
Por su parte, el alcalde, Javier Muñiz, ha expresado el sentir de toda la localidad: "Espero que no tardando mucho los vitigudinenses podamos contemplar en su pleno esplendor el cuadro que merece la pena". Un anhelo compartido por todos los presentes, que ven en esta restauración una oportunidad única para recuperar una pieza fundamental de su patrimonio y, quizás, para reescribir un pequeño capítulo en la historia del arte español.