Una capea tradicional y música de charanga clausuran el programa festivo
Robleda ha vivido este fin de semana unas intensas y emotivas fiestas de San Juan, marcadas por momentos entrañables, gran participación popular y un profundo sentido de la tradición.
Entre los actos más destacados se encuentra el tradicional izado del pino por parte de los Quintos de 2025, los encierros a caballo, y las numerosas actividades musicales y gastronómicas, que lograron reunir a vecinos y visitantes en un ambiente festivo de convivencia y orgullo local.
El pasado domingo, más de 160 peñistas se reunieron en el Pabellón Municipal para compartir una comida popular que sirvió como colofón a las celebraciones. El evento fue organizado por las propias peñas, sin suponer un gasto para las arcas municipales, más allá de la cesión del espacio por parte del Ayuntamiento.
El menú corrió a cargo de la empresa albense Catering Gabriel, que preparó una generosa parrillada para llenar "las andorgas" de los robledanos —como se dice popularmente—, quienes, tras varios días de festejos, agradecieron esta pausa colectiva en torno a la mesa. Y aunque en ninguna casa faltó comida, sí escaseó el tiempo para disfrutarla con calma, debido a la apretada agenda de actividades.
La sobremesa fue animada por la charanga mirobrigense Manliao, que también había participado horas antes en los festejos de la vecina localidad de Navasfrías, igualmente inmersa en la celebración de San Juan.
El broche final a las fiestas lo puso una capea tradicional, celebrada entre la Plaza del Olivo y la Plaza del Caño, donde los Quintos habían izado un impresionante pino de 25 metros de altura traído desde el monte, cerrando así con fuerza simbólica y festiva un San Juan para el recuerdo.