Vuelve el Futbolchapas

Los niños redescubren el juego que hizo historia. El colegio Claret está siendo pionero en apoyar los juegos tradicionales, fomentando los valores del respeto y la inclusión , pioneros en la organización de competiciones en el colegio.

El colegio Claret de Madrid ha apostado por rescatar uno de los juegos más icónicos y entrañables de la infancia:el “fútbolchapas”. Lo que comenzó como un simple entretenimiento durante los recreos se ha convertido en un torneo estructurado, con equipos con nombres propios, chapas personalizadas, campos preparados y reglas claras. Un proyecto que no solo recupera una tradición olvidada, sino que también enseña, une y educa en valores.

El promotor de la iniciativa fue Javier, el profesor de Educación Física. “Esto empezó en 2023”, explica Javier. “Hubo una época en la que estuve de baja y hablando con mi hermano se nos ocurrió promover los juegos tradicionales. De pequeños jugábamos mucho a las chapas, y así surgió la idea de incluirlo dentro de los patios activos que estamos impulsando en el colegio. Queríamos que fuera un proyecto inclusivo, donde cualquier alumno pudiera participar de manera voluntaria. Y ha tenido muchísimo éxito”, asegura.

El proyecto no es una actividad puntual. A lo largo del curso se celebran tres grandes torneos: el de Navidad, el de primavera y el de verano, siempre que el calendario lo permita. Cada torneo está organizado por cursos (4.º, 5.º y 6.º de primaria), y comienza con una liguilla.

Después, los mejores equipos avanzan a octavos, cuartos, semifinales y una gran final, que se celebra por todo lo alto en el salón de actos del colegio. “Ese día proyectamos el partido en pantalla grande, los alumnos asisten como espectadores, animan, y se genera un ambiente increíble" cuenta el profesor.

Pero más allá del juego, hay un enfoque educativo muy claro. “Queremos fomentar valores como el respeto, ya que ellos mismos hacen su propio arbitraje, y eso les obliga a dialogar y a resolver conflictos de forma autónoma”, señala Javier con orgullo.

La iniciativa ha tenido una acogida extraordinaria. En los recreos, los campos de chapas están siempre llenos.Participan tanto chicos como chicas, y aunque en un principio eran mayoría los chicos, cada vez hay más presencia femenina, incluso con alumnas que han logrado llegar a la final del torneo. Se trata de un proyecto integrador, que no se deja a nadie fuera. El fútbolchapas consigue algo que no siempre ocurre en el patio:une a todos, chicos y chicas, en torno a un mismo juego.

El éxito de este torneo demuestra que no hace falta recurrir a dispositivos electrónicos para que los niños se diviertan y aprendan. Con unas simples chapas, un campo pintado y mucha ilusión, el colegio Claret ha conseguido crear una experiencia educativa, inclusiva y profundamente divertida. Un homenaje a la infancia de siempre, pero con el espíritu del presente. Porque a veces, para avanzar, hay que volver a jugar como antes.

Quizás no se ha pensado, todavía, que podría ser una actividad integradora entre participantes de la Tercera Edad, reclutados de las parroquias, de las residencias, etc, organizándose como lo hacen para jugar a la “ calva” o a llos “bolos”. He aquí una iniciativa a explotar con positivismo.