La procesión del Santísimo por el centro histórico contó con un altar más de lo habitual, gracias a la Cofradía del Silencio
El centro histórico de Ciudad Rodrigo se engalanó en la mañana del domingo para vivir la emblemática procesión del Santísimo Sacramento en el marco de la celebración de la festividad del Corpus Christi, que fue definida como “la procesión más importante del año” por el presidente del Cabildo Catedralicio, Ángel Martín Carballo, quién también incidió en que se trata de una procesión “de silencio” (lo que no fue respetado por varios asistentes en varios momentos).
Ángel Martín Carballo fue uno de los sacerdotes participantes en la solemne Misa Estacional que presidió el Obispo José Luis Retana de forma previa en la Catedral de Santa María, que registró una amplísima asistencia de fieles, situándose en los primeros bancos, por un lado, alrededor de una treintena de niñ@s –bastantes menos que el año pasado- que han tomado la Primera Comunión a lo largo de esta primavera en las parroquias de Ciudad Rodrigo.
Por otro lado, estuvieron los miembros de la Corporación Municipal participantes en los actos: el alcalde Marcos Iglesias y los concejales Ramón Sastre, José Manuel Jerez, Belén Barco, Víctor Gómez, Paola Martín Muñoz, Manuel Montejo, Rodrigo Toribo, Rubén Benito, Ana María Castaño, Vanesa García y Carmen Lorenzo, junto al Jefe de la Policía Local, Narciso Caridad (que posteriormente procesionaron junto a los maceros).
En el tramo final de esta eucaristía en la Catedral tomó la palabra la presidenta de Cáritas Diocesana de Ciudad Rodrigo, Mar Manzano, como catequista de parte de l@s niñ@s de Primera Comunión (a quiénes recordó que Jesús ya está dentro de ellos, esperando que lo vean como “un amigo”), y como directora de Cáritas, que estaba celebrando el Día de la Caridad.
Tras esa intervención, se situó al Santísimo en la custodia, que fue sacada de la Catedral por el Obispo José Luis Retana, para proceder Vidal Rodríguez Encinas a su colocación en la carroza, que como es habitual en los últimos años fue empujada por miembros de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración – Cofradía del Silencio, que tuvieron un protagonismo añadido en la procesión, ya que habían creado un altar, que se sumó a los dos habituales.
Esos fueron el situado en la entrada a la Iglesia de Cerralbo y a los pies de la Casa Consistorial en la Plaza Mayor, donde el Santísimo hizo su aparición sonando los sones del Reloj Suelto. Por cierto, que el Santísimo alcanzó este año la Plaza por la calle Julián Sánchez, en vez de por Cardenal Pacheco como era habitual. En lo que respecta a la parada en el ágora, el Santísimo bendijo a un recién nacido que había sido situado en la alfombra de ese altar.
A partir de ahí, la procesión –abierta por las banderas del movimiento de Adoración Nocturna- recuperó su antiguo recorrido por la calle San Juan (el año pasado por ejemplo se dio la vuelta en plena Plaza), para alcanzar el altar de la Cofradía del Silencio, que estaba situado al final de la misma (en las cercanías de Correos). Este altar estaba presidido por una figura del Sagrado Corazón junto a dos banderas de la Cofradía, que había creado asimismo una alfombra de pétalos junto al altar en sí.
Como es habitual, l@s niñ@s de Primera Comunión fueron lanzando pétalos al Santísimo en las distintas paradas, e incluso hacia el suelo antes de que pasase la carroza, ya que iban delante suyo. La comitiva –que fue por Colegios, Velayos y Sánchez Arjona para regresar a la Plaza- era cerrada por la Banda Municipal de Música (una de cuyas integrantes, Virginia, cumplía este domingo 20 años como integrante de la misma), que interpretó el Himno de España tanto a la salida como a la entrada del Santísimo en la Catedral.
El Santísimo quedó expuesto en la Seo para todos aquellos que quieran acudir a adorarlo hasta las 18.00 horas, cuando se rezarán las solemnes Vísperas y se impartirá la bendición final. Por otro lado, la Banda Municipal de Música acompañó de nuevo a la Corporación Municipal hasta la Plaza Mayor, volviendo a sonar una vez más el Reloj Suelto cuando entraron en la Plaza.