El Cubo de Don Sancho cierra el Corpus con paella para 550 personas y 130 litros de sangría
Las 550 raciones de arroz tuvieron como ingrediente especial los cangrejos del río Huebra, un plato perfecto para despedir las fiestas después de un intenso fin de semana
Con un sabor de boca inmejorable, y nunca mejor dicho, los vecinos de El Cubo de Don Sancho ponían el broche de oro este domingo, 22 de junio, a sus intensas fiestas del Corpus. Una suculenta paella popular congregó a multitud de comensales, deseosos de compartir un último momento festivo y reponer energías tras un fin de semana cargado de actividades.
Se repartieron nada menos que 550 raciones de un exquisito arroz, que este año contaba con un ingrediente muy especial y autóctono: los cangrejos del río Huebra, cuyas aguas bañan las tierras de la localidad. Un plato perfecto, acompañado de 130 litros de fresca sangría, para decir adiós a unas celebraciones vividas con gran intensidad por todos los cubenses y visitantes.
La jornada dominical había comenzado con actividades dedicadas a los más pequeños, que disfrutaron de diversas propuestas infantiles antes de que la paella se convirtiera en el centro de atención, sirviendo como colofón a un programa festivo que tuvo uno de sus puntos álgidos en la jornada del sábado.
Un sábado repleto de emoción y tradición
Efectivamente, la jornada de ayer sábado estuvo marcada por la solemne proclamación de las fiestas, un acto que tuvo como protagonista a Federico Montero Cuadrado. Presentado por el alcalde Domiciano Morales, Montero ofreció un emotivo pregón en el que repasó sus vivencias en el pueblo, desde su infancia hasta su reconocida trayectoria profesional como fisioterapeuta e investigador.
Tras su intervención, que conectó profundamente con el público asistente, el alcalde hizo entrega a Federico Montero de una placa conmemorativa, una pieza única obra del artista local Víctor Picado, como recuerdo de tan especial momento.
La fiesta continuó con una concurrida degustación de patatas con carne, un evento gastronómico que reunió a unas 400 personas. Para la elaboración de este contundente plato se emplearon 70 kilos de ternera y 80 kilos de patatas, todo ello acompañado de sangría al gusto, demostrando una vez más la hospitalidad de El Cubo.
La tarde del sábado también tuvo su espacio para la tradición taurina, con una interesante clase práctica ofrecida por alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca en la plaza de tientas de Rollanejo. El broche musical a la intensa jornada lo puso la orquesta Seven, cuya verbena animó la noche e hizo bailar a los presentes hasta altas horas.
Así, con el recuerdo fresco de un sábado vibrante y el buen sabor de la paella dominical, El Cubo de Don Sancho cierra un capítulo más de sus queridas fiestas del Corpus, dejando entre los cubenses unos días para el recuerdo.
