Como culmen del proyecto educativo ‘Design for Change’ impulsado por el Ayuntamiento
La Plaza Cristóbal de Castillejo fue escenario durante la mañana del miércoles de la novedosa I Feria de la Diversión sin Edad de Ciudad Rodrigo, en la que tomaron parte alumnos del Colegio Misioneras de la Providencia-Santa Teresa (en concreto de 5º y 6º de Primaria, y de 1º y 3º de la ESO), y de las tres residencias del centro histórico (Obispo Téllez, San José y el Hospital de la Pasión).
Esta Feria de la Diversión sin Edad consistió en una serie de actividades compartidas entre jóvenes y mayores, principalmente juegos de toda la vida, como el bingo o la petanca. Asimismo, estuvieron creando mandalas, y hubo alumnos que relataron historias de Ciudad Rodrigo a los mayores (estaba previsto que hicieran una ruta por el entorno, pero se canceló debido al fuerte calor).
Esta Feria es el culmen de un proyecto educativo promovido por el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo denominado Design for Change, que estaba abierto a todos los centros educativos, encontrando mayor implicación en el Colegio Misioneras-Santa Teresa, cuyos profesores se estuvieron formando para involucrar posteriormente a los alumnos.
La clave de este proyecto Design for Change, basado en la “metodología activa”, es que los escolares conozcan su capacidad para transformar el mundo que les rodea, empezando por su entorno cercano. De este modo, han ido diseñando varios proyectos, entre ellos esta Feria sin Edad para “tender puentes entre generaciones”, “llevando alegría a las personas mayores”, con juegos por ejemplo adaptados (los números de los cartones de los bingos eran más grandes de lo habitual).
La Feria recibió durante su desarrollo la visita de la delegada de Educación del Ayuntamiento, Paola Martín Muñoz, quién considera que es “una actividad preciosa juntar a mayores con alumnos”, añadiendo que “es maravilloso ver que en estas edades que son un poco conflictivas, estén con los mayores”. Así, “la plaza se ve llena de luz; se ve a los mayores con una ilusión como si fueran niños”, concluyendo que “no hay mejor cierre de curso que éste”.