Cáritas tuvo hasta la DANA un 2024 “relativamente tranquilo” en el que atendió a 663 personas

Cumpliendo la tradición, Cáritas Diocesana de Ciudad Rodrigo presentó en la mañana del lunes su Memoria correspondiente al 2024, a modo de apertura de la Semana de la Caridad que se promueve al llegar la festividad del Corpus Christi. La Semana tiene como lema –a nivel nacional- Mientras haya personas, hay esperanza, que ‘no ha gustado’ según expresó el Obispo José Luis Retana, ya que hay personas que fallan, y la única esperanza “la da el Señor”. En la misma línea, la delegada diocesana, Mari Paz Diago, considera que el lema “cojea un poco”.

A nivel local, según explicó la directora de Cáritas, Mar Manzano, en esta Semana de la Caridad 2025 “hemos querido volver a nuestras raíces, nuestro sustento”, de ahí precisamente que la imagen ilustrativa sea un árbol con varias raíces, siendo la primera de ellas “quiénes somos”, indicando el Obispo José Luis Retana que “lo importante es entender que la caridad es indispensable en la Iglesia”.

Según expresó Mar Manzano, el 2024 fue un año “relativamente tranquilo”, en el que estuvieron trabajando y acompañando a las personas de la Diócesis que lo necesitaban, aunque no fue como los anteriores un año que sabían que iba a ser duro de antemano.

En todo caso esa tranquilidad se rompió con la DANA a finales de año, que tuvo como componente ‘positivo’ que permitió comprobar “lo que confía la sociedad en la Iglesia para canalizar las ayudas a los afectados”. A nivel estatal, Cáritas recibió más de 40 millones de euros en menos de mes y medio, planteando un plan a 5 años para reconstruir las zonas afectadas. De esa cantidad global, más de 30.000€ procedieron de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, una cantidad reseñable desde el punto de vista de Mar Manzano al contar la Diócesis con apenas 30.000 habitantes.

Volviendo al ámbito local, Mar Manzano expuso que pensaban que en 2024 la situación se iba a “asentar” tras la pandemia y la guerra de Ucrania, pero “no ha sido así”, no bajando los precios, lo que ha afectado a las familias vulnerables de Ciudad Rodrigo.

En especial, en la mañana del lunes se hizo hincapié en el problema de la vivienda, que sin ser “tan grave” como en otros lugares de España, sí se ha resentido producto de la llegada de personas para trabajar en las placas solares, duplicándose y triplicándose los precios de los alquileres, lo que ha afectado a familias vulnerables en busca de un hogar. Por otro lado, el secretario de Cáritas, Domingo Matías, explicó que si en Ciudad Rodrigo ya es complicado acceder a una vivienda en alquiler, en los pueblos lo es más, al no haber.

A eso se añade que el parque de viviendas de la Diócesis está en malas condiciones, con muchas de ellas precisando reformas, reivindicándose desde Cáritas un “aumento del parque público de la vivienda” (Mar Manzano mencionó que a nivel regional las Cáritas van a hacer hincapié en la vivienda en los dos próximos años). Como añadido, Domingo Matías indicó que es difícil encontrar viviendas para dar cobijo a familias ampliamente numerosas como las que han llegado a la Diócesis.

Los números de 2024

A lo largo del año 2024, Cáritas Diocesana de Ciudad Rodrigo acompañó a 400 hogares de la Diócesis, atendiendo directamente a 663 personas (cerca de 100 menos que en 2023), lo que supone el 4-5% de la población de la Diócesis, según expuso Domingo Matías. En su intervención, resaltó que Cáritas no busca “dar ayudas por darlas”, sino trabajar de forma integral con las personas a las que atiende, realizando un seguimiento para resolver sus situaciones “a medio plazo”.

En la misma línea, el Obispo recordó que Cáritas “no solo se encarga de ayudar a los pobres, sino que es una labor de mucha más hondura, acompañándoles” (incidió en el trabajo “serio, con transparencia”), apuntando Mar Manzano que “nosotros no tenemos un trabajo, sino una misión transformándoles la vida”.

En todo caso, Cáritas entregó más de 105.000€ en ayudas directas a lo largo del 2024 (“los servicios sociales públicos no llegan a cubrir las necesidades de las familias en riesgo de exclusión”), incidiendo Domingo Matías en que alrededor de una quinta parte del presupuesto de Cáritas va destinado a ayudar a las familias.

Respecto a las ayudas, se remarcó que todos los donativos que recibe Cáritas van directos a esta finalidad, y no por ejemplo al pago de salarios. Al respecto, Cáritas gastó en 2024 en sueldos y salarios un total de 339.783,93€, procedentes de los fondos que se consiguen para proyectos (lo que requiere un “esfuerzo” burocrático), que el año pasado fueron más de 450.000€, yendo a parar el ‘excedente’ también a ayudar a la población.

Con ese dinero se financiaron por ejemplo las acciones formativas, con 50 personas participantes (“a quienes además se acompaña en el día a día”), a partir de las cuales lograron un empleo 26 personas (5 más que en 2023). En torno a estas acciones, Mar Manzano resaltó que han firmado 17 convenios con empresas de Ciudad Rodrigo y comarca para acoger alumnos en prácticas, lamentando que siguen teniendo la “espinita clavada” de no conseguir que estas acciones formativas otorguen Certificados de Profesionalidad.

Cáritas Diocesana contó el año pasado con 11 técnicos contratados realizando trabajos de intervención en distintas áreas, resaltándose que en toda Castilla y León Cáritas cuenta con más de 1.000 trabajadores, con lo cual ellos suponen poco más de un 1%. Teniendo en cuenta la partida mencionada, a los sueldos y salarios fueron destinados la mayor parte de los 598.723,44€ que gastó Cáritas en total en el año 2024.

La otra gran partida de gastos fueron las ayudas monetarias directas, 140.785,61€, que se subdividen en 113.669,11€ de ayudas generales (vivienda, educación, alimentación,...) y 27.086,50€ de las denominadas becas-curso. El capítulo de gastos se completa con 79.101,93€ de gastos de explotación (suministros, seguros limpieza, reparaciones, etc.); 29.876,66€ de compra de ‘otros aprovisionamientos’; y 9.175,31€ en concepto de amortización.

Cáritas tuvo en 2024 un mínimo superávit de 561,34€, al ser los ingresos de 599.284,78€, llegando 475.809,46€ de múltiples entidades: del Fondo Social Europeo, 99.500,56€; de la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, 85.195,75€; también de la Junta de Castilla y León, para vivienda, 59.287,29€; de la Fundación Amancio Ortega, 46.235€; de la Diputación de Salamanca (como subvención), 31.500€; de Cáritas Española, 30.856,56€; de Acogida CE, 22.751,95; del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, 20.000€; de Loterías, 15.790,68€; de Inditex, 15.660€; del Estado a través del IRPF, 14.498€; del Obispado, 11.889,29€; de colectivos, 9.331,38€; de La Caixa, 6.365€; de los participantes en su Campamento de verano, 3.295€; de Johnson & Johnson, 2.500€; y de la Diputación (como ayudas directas), 1.063€.

Respecto al resto de ingresos de Cáritas en 2024, 41.033,40€ fueron donativos recogidos en las parroquias; 35.580€ procedieron del fondo Diocesano, 31.904,50€ de donativos particulares; y los restantes 14.957,42€ de ‘otros ingresos’.