Llena tu vaso de piedras y arena

Cada día que vivimos puede ser o una maravilla o también, una pesadilla. Me inclino por hacer de nuestros momentos cotidianos, espacios que nos reconforten y nos den esperanzas. Que nuestra vida tenga un sentido, que no capitulemos y no nos generemos esa pesada carga que se llama ansiedad.

Cuando Mike Gamson era en 2002 el líder responsable de “Global Solutions Team” en Linkedin, se definía como un apasionado por invertir en la gente. Y que cuando empezaba a desempeñar una nueva función, se sentía que se estaba ahogando en sus tareas diarias. Objetivos y metas que debía cumplir, pero no tenía plan alguno de cómo priorizar sus esfuerzos.

Un ejecutivo de la compañía notó su desánimo y se ofreció a ayudarlo. Le preguntó que le explicara cuál era su problema, a lo cual respondió que sencillamente tenía demasiado trabajo y que no podía con todo.

Entonces le pidió que hiciera una lista de todas las cosas que hacía cada día, que consistía en:

1º Hablar con clientes para obtener un feedback.

2º Leer artículos en revistas especializadas sobre el sector de industria a la que pertenecía.

3º Llamar a clientes para tener los in-puts sobre productos, precios y cuestiones como nuevas direcciones, etc.

4º Asistir a reuniones.

5º Dar respuesta a los mails.

6º Estudiar qué hace la competencia.

7º Dar respuesta a las consultas como soporte técnico.

8º Estudiar cuál sería el próximo nivel de certificación de producto.

9º Tomar contacto con sus amigos para ver qué harían después del trabajo.

10º Chatear con gente de ventas acerca de las historias de “las guerras de ventas”.

Entonces le preguntó cuáles de estas 10 eran en su opinión absolutamente esenciales para gestionar eficazmente sus tareas y responsabilidades en su puesto de trabajo y que las marcara con un círculo, lo que convertía la lista en unas pocas prioridades más fáciles de visualizar y atender. Correspondían a la 1º, 3º y 6º de la primera lista.

A estas tres prioridades las señaló con círculos que el ejecutivo le llamó “rocas” (nos referiremos simplemente como piedras) y cualquier otra cosa no señalada como importante le llamó “arena”.

Qué representan las piedras

Las piedras representan las acciones pro-activas que uno necesita tomar para llevar a cabo una tarea o cumplir adecuadamente con el objetivo que nos hemos propuesto.

Qué representa la arena

Los granos de arena son cualquier cosa que se nos presenta en un día que consume nuestro tiempo, pero que no influye para que nuestras acciones que llevamos a cabo mejoren algo.

La cuestión es cómo llenamos nuestro vaso

Si inicias cada día llenando tu vaso con las piedras, siempre quedará un espacio libre entre éstas para que vaya deslizándose la arena e ir cubriendo esos huecos.

Si tu día lo has comenzado trabajando en la arena, todas aquellas cosas que te mantienen ocupado pero que colapsan tu tiempo, terminarán quitándote rendimiento e influyen negativamente en cómo lleves el negocio (si eres autónomo) o la empresa en la que trabajas. Y la sensación que tendrás es querer salirte del “vaso”, de aplicar aquel dicho “que me trague la tierra” porque te invade un sentimiento de frustración y fracaso que te hunde aún más tu estado anímico y actitud de cómo enfrentarte a los problemas.

Cada vez tengo más claro que cada día hay que enfrentarlo realizando aquellas acciones de las cuales esté seguro me van a permitir mover las cosas hacia delante y no hacia atrás. Apoyarme en las rocas para buscar impulso.

Por eso la primera cuestión que debemos recomendar, es que cada uno de vosotras/os tenga claro cuáles son las rocas que tiene que mover. Es seguro que casi todo el mundo tendrá que revisar su personal gestión del tiempo.

Una vez definida cuáles son las piedras (prioridades), entonces hay que reajustar nuestra agenda diaria para estar seguros que en cada nueva jornada dispondremos de una mayor cantidad de tiempo, pero haciendo un buen uso de él y focalizando únicamente en las prioridades que son las directas responsables de que las cosas sigan bien y para delante.

Mike Gamson afirmaba que “Al cabo del día, seguramente podré rellenar con arena todo lo que pueda, pero sin que dejarla fuera de mi vaso altere o afecte mi rendimiento personal y del negocio”. Lo suscribo totalmente.

La verdadera enseñanza que podemos extraer es que, si no metemos las piedras en el frasco al principio, luego ya no habrá manera de hacerlo.

¿Cuáles son las piedras en tu vida?

Aquí la lista sí que es larga: el núcleo duro de tu familia, además de sumar a él a tus amigos; no menos importante las expectativas que tienes para los tuyos y para ti personalmente en el año en curso…también para el medio plazo, o sea, tus planes e ilusiones. Pero también lo son tu trabajo, el crecimiento personal, etc.

Entonces, te podrás preguntar si estás disfrutando en el trabajo y en tu vida en general, por lo que elegir las piedras primero siempre es una elección que te producirá alivio. Que te dará impulso porque te apoyarás en ellas. Porque el resto, la arena, irá encontrando su lugar.

Si no haces un esfuerzo por priorizar cuáles son tus metas principales para que estén por delante de lo demás, entonces estarás usando tu tiempo para cosas menos importantes.