El encuentro entre Jesús Resucitado y la Virgen de la Alegría, broche de oro de la Semana Santa en Salamanca

La Semana Santa de Salamanca llegará a su fin, como es tradición, con la Procesión del Encuentro entre Jesús Resucitado y la Virgen de la Alegría. Este momento culminante representa la esencia misma de la Pascua, la victoria de la vida sobre la muerte, el gozo después del sacrificio. El Atrio de la Catedral Nueva será el escenario de este emotivo encuentro, donde miles de salmantinos y visitantes se congregan para presenciar una de las estampas más significativas de la celebración.

Las dos imágenes, que previamente habrán seguido recorridos distintos, confluyen finalmente en la Plaza de Anaya, símbolo de la reunificación del dolor con la esperanza. La Virgen, que hasta ese instante portará un manto oscuro en señal de duelo, cambiará en el Atrio de la Catedral su vestimenta para reflejar la alegría del reencuentro con su hijo resucitado. Es un instante de júbilo y emoción que se vive intensamente entre los cofrades y fieles, quienes con sus miradas y plegarias participan de este momento sagrado.

Nuestra Señora de la Alegría partirá a las diez y cuarto de la mañana desde la Capilla de la Vera Cruz, acompañada por la Banda de Música Felipe Espino. Su caminar es sereno, solemne, cargado de devoción. Media hora más tarde, desde el mismo templo, comenzará su recorrido Jesús Resucitado, acompañado por la Agrupación Musical María Santísima de La Estrella, que este año, por primera vez en su historia, pondrá su música al servicio de esta talla de Alejandro Carnicero, una obra de gran valor artístico e histórico.

La procesión adquiere mayor relevancia con la presencia del Lignum Crucis y la representación de Las Tres Marías ante el Sepulcro Vacío, elementos que refuerzan el mensaje central de la Pascua: la tumba ha quedado atrás, Cristo ha vencido a la muerte y la salvación se ha consumado. Estos pasos estarán acompañados musicalmente por la Agrupación Musical La Esperanza y los tambores de la Hermandad del Vía Crucis de Salamanca.

Tras el encuentro entre Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría en un acto presidido por el obispo de la Diócesis de Salamanca, José Luis Retana, y que contará como es habitual con la presencia de varias autoridades, los cuatro pasos recorrerán de forma conjunta el casco histórico para regresar a la Iglesia de la Vera Cruz.

Esta celebración no solo marca el final de la Semana Santa, sino el inicio de un tiempo nuevo: la Pascua de Resurrección. Tras días de penitencia, sacrificio y fervor, la alegría de la Resurrección se convierte en la culminación de su esfuerzo y en el punto de partida de una renovación espiritual. La luz ha vencido a la oscuridad, la fe se fortalece y la esperanza se renueva en el corazón de cada creyente.

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