La procesión de este Viernes Santo llega con novedades importantes en la segunda cofradía más antigua de la ciudad
José María Santiago Guervós es el hermano mayor de la Ilustre y Venerable Congregación de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Entierro, la segunda cofradía más antigua de las que conforman la Semana Santa de Salamanca. Fundada en el año 1688, la congregación con sede en San Julián, se encuentra en un momento de esplendor, tal y como explica su máximo responsable: “Estamos en uno de los mejores momentos de los últimos cuarenta años, con cerca de 500 hermanos, las cargas de los dos pasos completas y con muchísimas altas de gente joven”. Como dato a tener en cuenta, cuando Guervós asumió el cargo de hermano mayor, la congregación de Jesús Nazareno apenas llegaba a los 300 cofrades, por lo que el crecimiento es tangible.
Entre los motivos que argumentan los nuevos inscritos a la congregación, el hermano mayor detalla: “Hay mucha gente que dice que entra por la forma en que tenemos de llevar la cofradía, con seriedad y manteniendo las tradiciones de siempre. También nos dicen que influye cómo tratamos a la gente y por cómo hacemos las cosas. Aquí dispensamos un trato cercano y ayudamos a todo el mundo en todo lo que podemos”.
Respecto a la procesión del Viernes Santo, la principal novedad será en el paso del Santo Entierro, que se ha reformado casi por completo, según explica Guervós: “Hemos cambiado los respiraderos, hemos quitado los faroles y hemos puesto hachones con vela de antorcha. Le hemos dado una vuelta de tuerca importante con el objetivo de ponerlo en la calle con mayor dignidad”. “Este era un paso que se hizo en su día deprisa y corriendo y quedó un poco pobre”, continúa el hermano mayor, “ahora queremos que vaya más en sintonía con el de Jesús Nazareno y que tenga más empaque y más seriedad”.
La simbiosis entre la gente que lleva toda la vida en la Ilustre y Venerable Congregación de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Entierro y los nuevos cofrades es total: “La gente antigua acepta a la nueva sin ningún problema”, explica Guervós, quien recuerda a sus antepasados: “Desde 1825 los Guervós están en esta cofradía, lo que demuestra que es una cofradía de tradición familiar pero en la actualidad hemos conseguido abrirla a todo el mundo y que todo el que venga se sienta a gusto”.
La procesión del Viernes Santo será uno de los últimos actos de Guervós como hermano mayor, pues finaliza su mandato tras nueve años: “Hay que dejar paso a gente nueva. Además, con las nuevas normas no puedo continuar en el cargo más”. La valoración que hace de todo este período es “muy buena”. “Hemos pegado un cambio extraordinario a la cofradía y hemos recuperado mucho patrimonio como por ejemplo varias túnicas de Jesús Nazareno”, continúa. En la actualidad la talla de José de Larra Churriguera cuenta con cinco túnicas en perfecto estado: “Antiguamente solo tenía una para el altar y otra para la procesión”, explica Guervós, quien destaca además la recuperación de la túnica del año 1790 como uno de los hechos más destacados. No quiere finalizar sin pasar por alto otros de los logros alcanzados por su Junta de Gobierno: “Hemos reformado el paso del Santo Entierro, confeccionado estandartes nuevos, hemos crecido en número de hermanos, la participación en los cultos es muy alta y, sobre todo, hemos conseguido que no sea solo una cofradía de Viernes Santo como era antes, sino que tiene vida durante todo el año, y eso es muy importante”.