Se cumplen 200 años desde que el primer Guervós llegó a Salamanca. Desde entonces, esta familia ha estado estrechamente vinculada a esta icónica talla
Corría el año 1825 cuando Mariano Guervós y Jurado, nombrado alcalde por Fernando VII, viaja desde Granada a Salamanca para instalarse en la ciudad charra. Su hijo, José María Guervós Fernández, se casa delante de Jesús Nazareno en la Iglesia de San Julián con una salmantina llamada Mónica Núñez que pertenecía a la Ilustre y Venerable Congregación que tiene en este templo salmantino su sede canónica.
Es en ese momento cuando empieza la vinculación de la familia Guervós con la citada cofradía salmantina, ya que José María Guervós, tras su matrimonio, también se hace hermano de la congregación. Casi doscientos años más tarde, es José María Santiago Guervós, tataranieto de José María y Mónica, quien ostenta el cargo de hermano mayor de la Ilustre y Venerable Congregación de Jesús Nazareno y el Santo Entierro, y quien comparte su testimonio y su historia con SALAMANCArtv AL DÍA.
Guervós recuerda de este modo como la saga continuó desde el siglo XIX hasta nuestros días: “Mi bisabuelo Luis Guervós Núñez también fue nazareno, después sus hijos, mi abuelo Luis Guervós Ávila y su hermano José María, y también mi madre María del Carmen Guervós Martínez, que fue la que me inculcó esta pasión”. “Actualmente estamos todos mis primos y mis doce hermanos en la congregación”, señala nuestro protagonista para finalizar el repaso genealógico a la historia de esta familia.
Todos ellos han portado con orgullo el color nazareno durante toda su vida. José María Santiago Guervós hace memoria para desvelar sus recuerdos junto a sus abuelos: “Me acuerdo perfectamente de que siendo muy pequeño veía como se colgaban las túnicas en casa de mis abuelos para que todos salieran en procesión. Ahí se preparaba todo”. De sus antepasados, este salmantino no tenía muchos datos de su vinculación con la congregación hasta que indagó: “He investigado en los libros de la cofradía para saber más acerca de la relación de mis antepasados con la Congregación de Jesús Nazareno”.
Volviendo a hablar sobre los tiempos de su abuelo, comenta que salía en procesión con una cruz y que las mujeres iban alumbrando. “Yo he sido el primer Guervós que cargó con Jesús Nazareno porque todos mis antepasados salían andando con una cruz”, explica José María, antes de recordar emocionado a su madre: “Mi madre era muy devota de Jesús Nazareno. Me acuerdo de que preparaba en casa todas las cosas para mí y para mis doce hermanos”. “Solo me queda una espinita, y es que mi madre no me viera como hermano mayor de Jesús Nazareno”, comenta con la voz entrecortada, “hubiera sido un orgullo tremendo para ella, pero son cosas que pasan, la vida es así, aunque estoy seguro que me estará viendo desde algún sitio”.
Antes de ser hermano mayor, José María cargó con Jesús Nazareno desde que cumplió la mayoría de edad: “Cargué diecisiete años, hasta que me dio un infarto con 35 años y tuve que dejarlo”. Posteriormente, de 2012 a 2016 fue jefe de paso, tras lo que asumió la máxima responsabilidad en la congregación.
En la actualidad, cuando se acercan las fechas próximas al Viernes Santo, la familia Guervós sigue viviendo esta celebración de una manera muy especial: “Es una auténtica locura”, manifiesta José María Santiago Guervós entre risas, “a partir del Miércoles Santo empiezan a llegar mis primos de Bilbao, de Zaragoza y de otras partes a Salamanca para comenzar con los preparativos”. El reparto de los huéspedes es toda una odisea: “Nos llegamos a juntar hasta 16 personas en un piso, es una locura muy divertida. Tenemos que repartir a toda la gente en las casas de los tres hermanos que vivimos en Salamanca. Algunos no caben y tienen que irse a hoteles”.
Entre las principales tradiciones que aún mantienen, destaca los desayunos en familia, las comidas todos juntos, el Vía Crucis en la Catedral el Viernes Santo, la cena después de la procesión. “Son días de mucho ajetreo pero ver colgadas todas las túnicas en las casas es algo maravilloso”, añade.
José María Santiago Guervós revela que Jesús Nazareno siempre está presente en sus vidas: “El nazareno y la cofradía siempre están en boca, y más ahora que soy el hermano mayor, ya que me preguntan por los actos que vamos a hacer y por cómo va todo en la cofradía. Además, estamos educados en la religión católica y creemos en Dios y en Jesús Nazareno. Siempre que hay algún acontecimiento importante, un problema de salud, un examen o algo similar en el que necesitemos su ayuda ponemos velas para que nos eche una mano”. “Jesús Nazareno es parte de nuestra vida”, enfatiza.
Las nuevas generaciones de la saga Guervós están representadas por sus sobrinas Carlota y Ariadne: “Es muy bonito que esto siga adelante con mis sobrinas y con los hijos de mis primos. Todos quieren seguir haciéndose nazarenos y eso es una maravilla porque no es fácil en los tiempos que corren”. “Es un orgullo para mi ser parte de una de las familias más antiguas de la congregación”, finaliza.