Con el rastrillo solidario desarrollado a finales de 2024 se consiguieron 3.000€
La Delegación Diocesana de Manos Unidas ha hecho balance de las acciones solidarias que ha promovido en los últimos meses en Ciudad Rodrigo con el objetivo de recaudar fondos para los proyectos con los que colabora en los denominados Países del Sur, mostrando la delegada de la entidad, Ana Isabel Lucas, su agradecimiento a los mirobrigenses por su solidaridad, que hace posible “mejorar la vida de miles de personas”.
Por un lado, el rastrillo solidario que estuvo instalado del 28 de noviembre del 8 de diciembre en la propia sede de Manos Unidas en el Palacio Episcopal de Ciudad Rodrigo dejó una recaudación de 3.000€. Al hilo de ese rastrillo, se rifó una cena para dos personas, que fue a parar a una voluntaria de la Delegación, Chelo Sendín, quién renunció a disfrutar del regalo, donando su importe a la propia Manos Unidas.
Por otro lado, la Operación Bocata que se desarrolló el 7 de febrero en la Plazuela del Buen Alcalde dejó una recaudación de 3.800€, tras venderse cerca de 900 bocadillos. Por último, aún no se ha cerrado el balance de la colecta económica con motivo de la Jornada Nacional de Manos Unidas que tuvo lugar el 9 de febrero, ya que aún se siguen recibiendo donativos, según explican desde la entidad.
Durante este 2025, la Delegación de Manos Unidas va a apoyar tres proyectos educativos en tres puntos diferentes del planeta: en Nicaragua, un programa de refuerzo pedagógico integral para la niñez y familias de San Judas, en Managua; en Malí, la formación de jóvenes del centro Vicenta María de Beleko; y en Haití, la mejora de la seguridad alimentaria en dos escuelas para niños en situación vulnerable.