Experiencia pionera en los municipios del bajo Tormes y en las zonas de Ledesma y campo de Salamanca, y que no está siendo valorada lo suficiente por las administraciones
Las asociaciones Adecasal, Escuelas Campesinas de Salamanca y Asdecoba, junto con varios ayuntamientos sensibilizados con la situación de las personas mayores, llevan más de veinte años desarrollando un proyecto integral de atención y cuidados en la zona del Bajo Tormes, en especial, y campo de Salamanca y Ledesma, en general, que supone una experiencia pionera como respuesta a la realidad del mundo rural y a la problemática específica de las personas mayores que permanecen en pueblos pequeños y en entornos con escasa población.
A lo largo de estos años se han puesto en marcha, con el apoyo comunitario, diferentes servicios de proximidad, el de comida a domicilio entre otros, que aseguran a las personas que lo necesitan recibir una atención personal de calidad en casa; se han posibilitado otros servicios socio-comunitarios y socio-sanitarios que inciden en el envejecimiento activo, la participación en la comunidad y la prevención de la dependencia; se han mantenido abiertas pequeñas residencias o casas asistidas para los casos de dependencia más grave, que garantizan la permanencia en el entorno rural en un ambiente de convivencia familiar.
Sin embargo, “percibimos a menudo que las Administraciones desconocen el proyecto y no lo apoyan como deberían hacerlo; al contrario, a veces experimentamos las cortapisas que suponen las normativas existentes, que están diseñadas para regular el funcionamiento de los grandes centros en entornos urbanos y no se adaptan a la realidad rural”, señalan desde estos colectivos. Por ello, desde el Espacio Comunitario del Mayor (un espacio de coordinación y reflexión donde confluyen voluntarios de las distintas asociaciones, los responsables de los ayuntamientos, profesionales de los diferentes servicios, asociaciones de personas mayores, cuidadores y familiares) “nos proponemos entablar un diálogo con la Gerencia de Servicios Sociales en el que poder exponer nuestra visión de los cuidados y servicios necesarios y pedir que se apoye nuestro modelo de atención, valorado muy satisfactoriamente por las personas a las que ha permitido y está permitiendo permanecer en su casa, en su pueblo y en su entorno, con la dignidad y calidad en los cuidados que se merecen”.
Por otra parte, consideran “necesario y conveniente dar una mayor visibilidad a las iniciativas que a lo largo de estos años hemos logrado poner en marcha, de manera que el conjunto de la sociedad sea más consciente de lo que significa este proyecto en el marco de nuestra apuesta por defender un mundo rural vivo, un espacio de oportunidades privilegiado para caminar hacia una sociedad en la que los cuidados de la gente y de la tierra ocupen un lugar central. Se trata, en definitiva, de que todos sepamos valorar más justamente lo que tenemos, un modelo comunitario que cuida el alma de la gente”. Con este fin, “estamos ya organizando la celebración de una jornada, centrada en la presentación y valoración de la experiencia, que tendrá lugar el 15 de junio en Monleras, como culminación de un proceso participativo de valoración de la experiencia que se llevará a cabo en estos meses previos”.