Charla y homenaje a la trayectoria de cuatro mujeres albenses

El teatro de Alba de Tormes albergó el acto central del Día Internacional de la Mujer, un acto que se dividió en dos partes. Primero una charla coloquio y en segundo lugar, el reconocimiento a cuatro mujeres de la villa ducal por su trayectoria profesional.

Paloma Cosme Moro, estudiante de Comunicación y creación audiovisual en la Universidad de Salamanca y Marta García, directora del Colegio Seminario San Jerónimo participaron en un coloquio moderado por Lourdes Vaquero, concejal de Bienestar Social de Alba de Tormes. El acto contó también con la presencia de la alcaldesa de la villa ducal, Concepción Miguélez.

Paloma Cosme habló sobre el mundo de la creatividad, las dificultades que encuentra en su día a día y el punto de vista que tiene de la igualdad desde su juventud. Por su parte, Marta García explicó la forma de trabajar la igualdad en los centros educativos, el progreso alcanzado en los últimos años en el ámbito educativo y los objetivos a conseguir en el futuro.

La parte más emotiva del acto llegó tras el coloquio con el homenaje que el Ayuntamiento de Alba de Tormes brindó a María Rosa García Vicente, Vicenta Hernández Martín, Carmen García Dueñas y Ángela Monje. "Hoy tenemos el reflejo de unas caras con unos nombres, pero que nos vayamos cada persona de los que estamos aquí a homenajear a las mujeres de nuestra vida, muchas no suben al teatro a recoger una distinción, pero son nuestros referentes y muchas trabajan desde la sencillez, humildad del día a día, por todas las mujeres que tenemos en nuestra cabeza y son nuestras heroínas un fuerte aplauso.", explicó Lourdes Vaquero.

El broche final al acto lo puso la actuación de Kyria, el coro de mujeres de la Escuela Municipal de Música de Alba de Tormes.

María Rosa, el corazón de una familia y un negocio

Natural de Terradillos, vive desde hace más de 40 años en Alba de Tormes. Aprendió corte y confección, impartió clases y trabajó en una fábrica de zapatillas. Tras casarse con Paco, el trabajo de su marido le lleva a Madrid y luego a Fuentesaúco, antes de regresar a Alba de Tormes, donde la familia emprendió un negocio. En 2004, tras la muerte de su esposo y enfrentándose a un cáncer de mama, María tomó las riendas del negocio de seguros, un mundo que desconocía, y lo sacó adelante con esfuerzo y apoyo de otros, mientras criaba a sus hijas, Irene y Pilar.

Superó adversidades gracias a su fortaleza y optimismo, enseñando a sus hijas valores como la valentía y la perseverancia con frases como “vida solo hay una y detrás de lo malo, siempre llega lo bueno”. Hoy, Irene y Pilar continúan su legado al frente del negocio. Este homenaje reconoce su vida de lucha, dedicación y amor por su familia, así como el apoyo de quienes la acompañaron, incluyendo a su esposo Paco, de quien se siente orgullosa.

El incansable espíritu de Vicenta Hernández

Vicenta Hernández Martín nació y creció en Horcajo Medianero, donde destacó desde joven por ser trabajadora y muy religiosa, siempre activa en la iglesia y querida por su comunidad.

Junto a su familia, gestionó negocios como un almacén de vinos, un bar y la fábrica de gaseosa “La Serrana”. En 1967 se casó con Mariano y se mudó a Alba de Tormes, donde se integró en el taller de reparación de automóviles de su esposo, aprendiendo el oficio desde cero.

El negocio prosperó, convirtiéndose en sede de Renault, y Vicenta, incluso embarazada, se sacó el carnet de conducir para encargarse de tareas como buscar piezas y gestionar coches, todo mientras cuidaba de su familia. Se jubiló a los 66 años, pero siguió ayudando en el taller hasta la pandemia. Su vida refleja esfuerzo, valentía y dedicación, siendo un ejemplo de mujer trabajadora dentro y fuera de casa.

Carmen García: el Ave Fénix que levantó ‘Carpe Motor’ y su familia

Carmen Gloria García Dueñas, nacida en Alba de Tormes en una familia humilde, es la menor de 12 hermanos. Conoció joven a su esposo Pepe, con quien tuvo tres hijos: Jose Francisco, Silvia y Alfredo.

En 1998, fundaron ‘Carpe Motor’, un negocio que creció con esfuerzo. Tras la muerte de Pepe en 2000 por enfermedad, Carmen tomó las riendas del negocio y la familia, demostrando fortaleza. Sus hijos son su mayor motivación.

Jubilada, cuida a sus cuatro nietos y disfruta del crochet, la lectura, paseos y cocinar, pero su verdadera pasión es estar con su familia. Es reconocida como una mujer luchadora, capaz de transformar desafíos en oportunidades, como un Ave Fénix.

Ángela Monje, una vida dedicada a embellecer lo cotidiano

Nacida en Salamanca en una familia trabajadora, creció entre el esfuerzo y la dedicación, ayudando en la fábrica de tejas familiar y las labores del hogar junto a sus seis hermanos. Vivió entre Alba de Tormes y Madrid en su infancia. Se casó con Nicolás, empleado de Iberduero, y juntos se mudaron al azud de Villagonzalo. Allí, Ángela destacó por su talento en la costura, creando prendas únicas e incluso colaborando con un diseñador de moda. Además, mientras criaba a sus dos hijos y los llevaba al colegio, se dedicó a manualidades, restauración de muebles y a gestionar un bar familiar con gran esmero.

Posteriormente, fue la piedra angular de la puesta en marcha del Hotel Restaurante Don Fadrique encargándose de la cocina, la limpieza, la decoración y cada detalle, siempre con un sacrificio inmenso y un gusto excepcional. Su habilidad para embellecer espacios, preparar mesas o diseñar celebraciones refleja su pasión por el trabajo bien hecho.