FOTOS | Old Virginia, los teloneros de Salamanca que hacen más grande al ex-Tequila Alejo Stivel

Después de presentar más de 200 programas sobre música creada en Salamanca entre Radio Oeste y Radio USAL, uno ya está gratamente acostumbrado a disfrutar de las canciones originales de nuestros rockeros, jazzeros, raperos y otros variados "-eros" que gozosamente pueblan nuestras tierras.

Por eso no me sorprende haber gozado tanto del reciente concierto de Old Virginia, una joven banda salmantina que destila rock de calidad, merecedora finalista del último Concurso Municipal de Bandas de Salamanca, en cuya final ya me sorprendió su sólido directo.

Unos años antes ya había escuchado y emitido su canción "Poesía, veneno y ron", que como bien recuerda el cantante Adrián Serrano, me gusta mucho.

Pero también me encanta "California", el tema que presentaron al concurso. Y "Este mundo está muerto", "Caminar descalzos", y el resto de las canciones propias que fueron mostrándonos la noche del viernes 14 en la sala B del CAEM.

Cuando hay un cabeza de cartel tan atractivo como Alejo Stivel, ex cantante del popular grupo Tequila, uno teme que el público se impaciente esperando la actuación de la estrella y pase por alto al grupo local que actúa de telonero.

No fue el caso en esta deliciosa noche de rock. Adrián Serrano en la voz y guitarra rítmica, Justo Martín a la guitarra solista, Antonio Nuevo al bajo y coros, y David Verdejo en la batería, encandilaron al respetable, que parecía saber mucho de música y muy efusivamente pidió bises a los salmantinos.

Old Virginia sabe a buen bourbon, destilado sin prisas, con cariño y dedicación hasta que adquiere toda su esencia.

Las cuidadas letras de Adrián y los lúcidos arreglos de Justo combinan perfectamente con la sólida veteranía de Antonio y la sorprendente capacidad de adaptación de David, compañero de Justo en la banda "Sin Sentido" (otro grupo salmantino a tener muy en cuenta), y que con solo un par de ensayos tuvo que sustituir al anterior batería de Old Virginia.

Reconozco que antes del recital tenía mis dudas, por la dificultad de solventar un imprevisto de este calado, pero David parecía que llevaba toda la vida tocando esas canciones, demostrando una profesionalidad que nos dejó perplejos, y que parece más propia de su tío Juan Carlos Verdejo, veterano baterista en diversas orquestas de verbena.

Mucho más experimentado que David es también Mariano Iglesias, batería de "Rockin' Hellfire", grupo vencedor del II Concurso Municipal de Bandas de Salamanca, que se encargó de interpretar con su habitual solidez el popular "Purple Rain" de Prince. Una versión que sonó muy requetebién, por cierto, con los espectaculares punteos de la guitarra de Justo.

Antes de dar paso a la banda de Alejo Stivel, el promotor Israel Pérez se subió al escenario para interpretar con Old Virginia una muy cañera versión del "Born to be Wild" de Steppenwolf.

"Pasta y fama", título de una de las composiciones de los salmantinos, es lo que necesitan muchos grupos de nuestra ciudad y provincia. Pasta porque grabar discos y videoclips, contratar sesiones fotográficas y otras acciones promocionales cuesta dinero, y fama porque la gran calidad de su trabajo no será suficientemente reconocida hasta que sea escuchada por un público más amplio.

A menudo "Suelo soñar", como se llama otro de sus temas, que los salmantinos se acostumbren a seguir y valorar el trabajo de sus convecinos músicos, porque si lo conocen, lo valorarán y lo disfrutarán.

Desde luego, Old Virginia merece que los aficionados al buen rock les den una oportunidad.

Mientras tanto, esperamos ansiosos la grabación del disco que obtuvieron como premio del V Concurso Municipal de Bandas. Su intención es componer nuevos temas para dicho EP.

¡Ah, el viernes también tocaba el ex-Tequila Alejo Stivel, claro!

Apoyado en una banda que sonaba muy compacta, el argentino interpretó sus temas nuevos, una de mis canciones preferidas de Tequila, el reggae titulado "El Barco", versiones como el "Sábado en la noche" de su compatriota Moris o el sorprendente "Ojalá" de Silvio Rodríguez; y terminó con los clásicos de Tequila.

Un Alejo cumpliendo la edad de jubilación, pero en plena forma, nos demostró su cariño con "Quiero besarte", jugó con las matemáticas y la edad presentando "Que el tiempo no te cambie", celebró el Día de los enamorados cantando "Dime que me quieres", encuestó al público para averiguar quién se sentía “normal” antes de abordar "Me vuelvo loco", y nos hizo practicar ejercicio físico con "Salta".

Antes he comentado que el público parecía saber de música. Lo confirmé experimentalmente cuando Stivel fue presentando a sus músicos mientras el respetable les iba aplaudiendo con palmas perfectamente sincronizadas con la música, y bajaba cuidadosamente el volumen cada vez que el cantante nombraba a cada uno de sus intérpretes. No recuerdo haber contemplado nunca una coordinación tan perfecta de los asistentes.

Claro, que contando entre el público con músicos tan experimentados como Santi Tamariz, Helen de Luxe, Mario Cea, Jorge Chamorro, Aure Martín, Marco Leonato, Quique "Playas" o José Barcala entre otros, esa habilidad es perfectamente explicable.

Alejo agradeció el cariño del público mezclándose entre los asistentes, cantando y haciéndose fotos con ellos durante la última canción, antes de firmar ejemplares de su reciente libro "Yo debería estar muerto", una crónica que nos lleva desde la Argentina previa al golpe de estado a la España de la transición, la movida madrileña y la tragedia de la droga que arrasó las vidas de tantos jóvenes músicos.

En resumen, una estupenda noche rockera con dos magníficas bandas, una iluminación y un sonido excelente, como nos tiene acostumbrados la sala B del CAEM a cuyos técnicos felicitamos, y una buena colección de grandes fotógrafos ayudando a difundir la obra de los músicos.

Texto: Fernando Sánchez "FerCyborg" (Radio Oeste, Radio USAL) / Fotos: Marco Leonato