Carmen García y Carpe Motor: una historia de amor, esfuerzo y superación

Carmen García Dueñas ha demostrado una fortaleza inquebrantable al frente de Carpe Motor, taller que fundó junto a su marido, Pepe, en 1998. En aquellos primeros años, el taller representaba mucho más que un proyecto profesional, era el sueño de una familia que apostaba por el futuro.

Sin embargo, dos años después de poner en marcha Carpe Motor, Pepe falleció y Carmen quedó al frente del negocio y con tres hijos a su cargo. Lejos de rendirse, Carmen tomó las riendas del taller y con una fortaleza inquebrantable, mantuvo vivo el sueño de Pepe. Consolidó el taller como un referente en el sector creciendo, pero sin perder nunca la esencia que caracterizó a su fundador: la ética, la honestidad y la vocación por ofrecer siempre lo mejor a sus clientes.

Hoy en día, Carpe Motor sigue siendo una empresa familiar, que destaca por la calidad de su trabajo y por el ambiente cálido y cercano. En Carpe Motor, más que trabajadores, hay personas que pueden ser consideradas parte de una gran familia, una familia que valora la confianza, el compromiso y el buen corazón, principios que Carmen ha sabido transmitir a todos los que forman parte de esta empresa.

Además de su rol como empresaria, Carmen ha tenido una relación muy especial con el mundo de los coches clásicos, como demuestra el Citroën Mehari que se presentó en la exposición. Este vehículo tiene un valor sentimental enorme para la familia, ya que fue el coche que Pepe y Carmen disfrutaron en su juventud. La réplica de este coche es más que un simple automóvil, es símbolo de recuerdos y vivencias que han marcado la vida de Carmen, así como de la conexión entre el pasado y el presente de la familia, un reflejo de una historia de amor, esfuerzo y superación. La misma que Carmen sigue escribiendo con la misma pasión y dedicación con la que comenzó.