No cabe un iluminado más..,

Vonderbrujen y su banda globalista han destruido Europa y mal que bien empiezan a reconocerlo. Un gigante económico asfixiado por una maraña de regulaciones verdes y rojas que nos ahogan y arruinan. El modelo está colapsando y temen que partidos patriotas como AfD les cierren el chiringuito y apliquen la motosierra. Está claro que en pocos años hemos pasado de poder viajar solos por Europa a no salir de casa.

Suecia ha pasado de ser uno los países más seguros de Europa a tener la tasa más alta de homicidios con armas de fuego de la UE. Sus cárceles están prácticamente llenas. Tanto que han iniciado conversaciones con otros países para alquilar celdas.

Los tres ejes que ganarán las próximas elecciones serán la defensa de la propiedad privada, la ley y el orden y la bajada de impuestos. No se entiende, visto lo visto, que la gente siga pagando hipotecas y alquileres si sale gratis okupar y encima te pagan la luz y el gas. Tiempos extraños en que sólo 33 diputados en el Congreso defiendan la propiedad privada. En España se han cargado la clase media y la alegría, ahora, salvo un pequeño grupo de privilegiados que se han sacrificado, quien no es plebe es proletario. Del mundo de los jóvenes ni hablamos.

No existe justicia en un país en que el okupa con el recibo de una pizza a domicilio tiene más derechos que un propietario con la escritura de compraventa. Se protege a los delincuentes frente a la gente honrada y trabajadora. Estamos sufriendo un cáncer en la clase política que hay que extirpar a toda costa. Se regalan cientos de millones de euros a terceros países y no hay para el cáncer ni para Valencia.

La UE debate el regreso del gas ruso como parte del acuerdo de paz con Ucrania. Una guerra para nada. Aunque hay que afirmar que numerosos países de la UE nunca han dejado de comprar gas y petróleo a Rusia, de forma directa o indirecta. La UE reconoce haber financiado en secreto con setecientos mil euros a grupos ecologistas para influir en políticas verdes que ataquen al mundo rural, así lo recoge The Telegraph. Los eurócratas y los globalistas están muy nerviosos.

La ministra de sanidad rechaza otro medicamento para el cáncer, pacientes con leucemia linfoblástica aguda, cuando su gobierno sólo financia el 62 por ciento de los medicamentos europeos. El tarado de director de Emilia Pérez afirma que el español es un idioma de países en desarrollo y gente pobre. Confirma que el cine aglutina a los más imbéciles del mundo de la cultura. La película la irá a ver su tía.

La administración Trump habla con Marruecos y Ruanda antes que con la administración española, consecuencia de las políticas equivocadas que practican los que nos administran. Trump ha dado la orden de deportar a los estudiantes pro Hamas, se buscará deportar a extranjeros residentes, incluidos estudiantes con visa que violaron las leyes como parte de las protestas. Instruirá a todas las agencias federales, a todas las autoridades civiles y penales, disponibles para combatir el antisemitismo, incluyendo la búsqueda de deportar a los activistas antijudíos que violan las leyes. Ver a las rehenes liberadas rodeadas de terroristas palestinos salvajes y sedientos de sangre implica que se ponga en duda a la ONU, las organizaciones de mujeres, la cruz roja, y las organizaciones de derechos humanos. Su silencio es ensordecedor no tiene perdón. Son organizaciones llenas de globalistas woke que odian el cristianismo y a occidente, además de antisemitas. No va a ser fácil cambiarlas pero el mundo viró el 20 de enero. Las rehenes liberadas estaban cautivas en recintos de la ONU. Mientras aquí los inspectores de trabajo sancionan a los agricultores por no llevar retretes portátiles al campo. España está más preocupada por un bonobús para una minoría que porque el país crezca económicamente ayudando a pymes y autónomos.

En el parlamento sólo deberían estar representados los partidos que defiendan los intereses nacionales, se ha normalizado que los partidos nacionalistas y antiespañoles, por definición, tenga a España en una vía muerta. No cabe un iluminado más.