En la plaza de Sanjuanejo se contó con hinchables para los más pequeños y una barra de bar
Como cada 3 de febrero, siempre que las condiciones meteorológicas no sean adversas, cientos y cientos de personas peregrinaron durante la tarde del lunes principalmente desde Ciudad Rodrigo (también de otros lugares, incluso desde La Alberca) hasta el agregado de Sanjuanejo para cumplir con la tradición de adquirir la gargantilla de San Blas (que este año estará anudada al cuello más de un mes, hasta el 5 de marzo), aprovechando de paso para vivir unas cuantas horas festivas.
De este modo, una vez finalizados los actos más solemnes en la franja matinal (con la procesión y la misa), se dio paso a la parte puramente festiva de la jornada, comenzando con un convite para miembros de la Cofradía, autoridades y otros invitados.
Con el convite en marcha, ya fueron unas cuantas las personas que se acercaron a por su gargantilla (con un precio de 0,50€ la unidad), pero como es habitual el principal ajetreo se vivió desde primerísima hora de la tarde, una vez finalizaron su actividad los colegios e institutos de Ciudad Rodrigo, así como los establecimientos comerciales, la práctica totalidad de los cuales no abrió por la tarde.
De este modo, desde la hora de comer comenzaron los desplazamientos hasta Sanjuanejo, en grupos de amigos (bastantes jóvenes lucieron ya sus ‘cazadoras carnavaleras’) o en familia, bien a pie o sobre ruedas, en este caso en vehículos particulares (todo el contorno del agregado estuvo muy concurrido) o en los microbuses de J.J. Martín que fueron realizando viajes de forma continua desde la Glorieta del Árbol Gordo de Ciudad Rodrigo hasta la entrada a Sanjuanejo.
En lo que respecta a los que optaron por acercarse a pie, disfrutaron del sol como acompañante, aunque la tarde se fue poniendo fría, antes incluso de que el sol se despidiese en el horizonte.
Pese a ello, la fiesta todavía continuó más allá del anochecer en Sanjuanejo, con varios epicentros: en la plaza de la localidad, con unos hinchables para niños (que estuvieron funcionando desde las 16.00 horas) y una carpa con una barra de bar (también hubo varios puestos de venta de artículos), y en su parte trasera, donde se concentraron los grupos de jóvenes para beber en buena compañía, aunque en este 2025 la fiesta no se pudo alargar ‘demasiado’ al ser lectiva la jornada del martes.