En el arranque, se procedió al encendido y bendición de los cirios
Como cada 2 de febrero, la Diócesis Civitatense se sumó en la mañana del domingo a la celebración por parte de la Iglesia Católica de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, con una eucaristía en el Convento de las Madres Carmelitas presidida por el Obispo José Luis Retana, quién estuvo acompañado por el capellán del Convento, Manolo Peláez, y el delegado diocesano para la Vida Consagrada, Ángel Olivera.
Esta Jornada Mundial de la Vida Consagrada se celebra cada año coincidiendo con la Fiesta de la Presentación del Señor, en la que se recuerda que María y José presentaron a Jesús en el Templo 40 días después de su nacimiento (los que han transcurrido desde el Día de Navidad).
Como es habitual, la celebración en el Convento de las Carmelitas arrancó en la parte trasera del templo, donde se llevó a cabo el rito de encendido –y posterior bendición- de los cirios (previamente se había repartido una vela a cada asistente). A partir de ahí, se desarrolló con normalidad la eucaristía, animada por múltiples cánticos por las propias Hermanas Carmelitas, junto a las cuales renovaron su consagración hermanas de otros institutos de Vida Consagrada existentes en la Diócesis.