Lograron el divertimento de pequeños y mayores que acudieron a la calle Caño para asistir a este popular momento, el cual no estuvo exento de dificultades y de divertidas notas de humor
Bien es conocido que la llamada a filas pasó a mejor vida, pero la tradición de su celebración se mantiene casi intacta en Vitigudino, quedando aquí patente que perdurará en el tiempo, pues los quintos 2025 -una treintena de jóvenes, en su mayoría chicas- cumplieron con cada uno de los actos tradicionales, comenzando ayer viernes con un ruidoso pasacalles y una gran hoguera en las inmediaciones de la plaza de toros.
A este respecto, los quintos agradecían a través de Las Arribes al Día la colaboración desinteresada de Hormigones Santos, Construcciones Sánchez Illera, Excavaciones Manuel Herrero y Cuperal, por haberles proporcionado la leña y ayudado a preparar la hoguera, un agradecimiento que hacían extensivo a todas aquellas personas que han colaborado de forma altruista y les han facilitado mantener la tradición.
Tras una larga noche, a media mañana los quintos 2025 hacían acto de presencia en las calles llenando de alegría y fiesta cada rincón de la localidad, para seguir con la comida y la rotura de siete cántaras a lomos de una dócil burra.
Al ritmo de la música, los quintos y quintas pasaban bajo una lluvia de huevos con los palos en ristre, como si de una justa medieval se tratara, para conseguir el objetivo final, y que no era otro que romper las cántaras, todo un ejercicio de determinación ante un animal resabiado que se negaba a acercarse al punto de encuentro entre jinete y cántara, y que acabó con la cabezada de la caballería rota. Esto obligaría a los quintos de tirar de imaginación y maña para hacer de guarnicioneros y confeccionar de manera improvisada cabezada de cuerda que les permitiera tirar del animal.
De las siete cántaras rotas solo una, la primera, contenía caramelos para disfrute de los más pequeños, que de esta forma se acercaban al que se convertiría en un ‘campo de batalla’ con huevos por misiles y con los jinetes como dianas. Finalizada la rotura de cántaras la fiesta se trasladaba a las Cuatro Calles. El broche a la jornada lo pondrá una cena en la noche y que servirá para despedir la fiesta de los quintos de 2025 en Vitigudino.