¿Qué tiene que ver Franco con Auschwitz y Mathausen?

He leído en varios periódicos que Sánchez tiene previsto organizar un acto antifranquista en Auschwitz (40 km de Cracovia) Polonia, entre otros muchos a lo largo de 2025.

No sé qué tiene que ver Franco con ese campo de exterminio alemán. Quizá una consulta psiquiátrica nos podría aclarar qué tipo de patología sufre el presidente. Me inclino a pensar en Síndrome del salvador o síndrome Facticio, poco probable, ya que el general falleció en el Hospital de la Paz, de la SS en Madrid, y Pedro tenía la friolera de dos años. Otra opción es que sufre el síndrome de Hubris un Sánchez fuera de la realidad. Consiste en el desarrollo de un ego desmedido y un desprecio por las opiniones de los demás que lleva a una desconexión con la realidad.

Referente a hacer un viaje a los campos de concentración, debe ser que Sánchez, unido a sus dos mil asesores, ignoran que Franco dio la nacionalidad a los descendientes de sefardíes para que no pudieran ser arrestados, o que un embajador suyo fue también homenajeado por la comunidad judía. Quizás sus fuentes de información son los culturetas de la Sexta, bien untados por el poder o igual TVE, que es acariciada con el mismo sebo y en este caso pagamos todos los españoles con nuestros impuestos.

Ya puestos a viajar, podían visitar un Gulag socialista soviético o las 345 checas que hubo en Madrid (una checa cada 4 km) que montó el PSOE y el sindicato UGT, lugares tétricos donde el partido de Sánchez asesinaba y torturaba por el mero hecho de ir a misa o ser simpatizar con la iglesia católica, durante la Guerra Civil el edificio del Círculo de Bellas Artes (CBA), en la madrileña calle de Alcalá, era conocido como una de las "checas" —tribunal popular— más "temibles" del Frente Popular.

La otra barrabasada es hacer caer al rey Felipe VI en los fastos del 50 aniversario del fallecimiento del general Franco.

Que yo sepa, el Rey no tiene ninguna obligación constitucional de acudir a actos promovidos por la ideología de ningún partido político que gobierne en España y que, en este caso, tiene por objetivo “celebrar” la muerte de quien fue jefe del Estado español, al gusto de tantos y a disgusto de otros, pero que ya es historia. Si el actual jefe del Estado acude a uno solo de esas actividades, habrá renunciado a su neutralidad política. Fue Francisco Franco quien restauró la monarquía. No dejar descansar en paz a los muertos degrada siempre al ser humano, ostente el cargo o rango que sea.

Quizá no vendría mal que Felipe recordara alguna lección sobre la historia de sus cercanos antepasados.

El Rey olvida que debe el puesto a Franco. Su padre accede, pasando por delante de Don Juan (que era el heredero), por disposición del caudillo en la Ley de sucesión a la Jefatura del Estado (1947), concretada en 1969, para que su sucesor fuese Juan Carlos.

Así, al saltarse un paso, la herencia ya no corresponde a la línea de Don Juan, sino a la de Don Jaime, cuya incapacidad no afecta a sus herederos. Don Alfonso, hijo de Don Jaime, muere en accidente de esquí, la línea continúa en Don Luis Alfonso de Borbón Dampierre…

El Rey debería ser más cauto con el fatuo que desea involucrarlo en actos que poco favorecen a la corona. A veces me inquieta pensar que el cargo le viene grande. Que Sánchez tenga tiempo para ir a Auschwitz y Mauthausen, pero no para pisar Valencia… da que pensar. En manos de quienes están los destinos de España.