Un alumno de Santiago Uno

Seguro que ya está en el Cielo el abuelo, el señor José. Nos ha dejado a sus 63 años.

En el año 2008 lo trajo el padre Jose Luis Corzo, fundador de la Casa Escuela Santiago Uno. ¿ Se puede quedar unos días?. Se quedó el resto de su vida, iban a hacer 17 años.

Nos contó que nació en Armenteros en una casa muy pobre. Cuando era niño su abuela lo llevo a Santiago uno para que lo educaran. Dejó en la cocina un trocito de jamón en un pañito para que cuidaran a su Pepito.

Cuando murió su abuela, no le quedaba familia y tuvo la valentía de ir a construir su vida en Italia. De allí ha venido a despedirlo también hoy su adorado hijo Samuel.

Nada más llegar nos íbamos con los chicos en la escuela viajera a Italia. Como sabía italiano, para allá lo embarcamos con su primer servicio como traductor.

Han sido unos maravillosos años de apoyo a nuestras chicas y chicos. Muy querido y respetado por todos. Lo empezaron a llamar el abuelo y ese era su nombre emblemático en esta amplia familia. También señor José como símbolo de honorabilidad y respeto. A mí no me salía tutearlo, esos eran sus apelativos.

Divertido y al servicio de todos. Educador, pintor, chófer, manitas, compañero y amigo de todo el equipo. Cocinero al parecer no era mucho y lo suplía con su compañero de piso.

De estas Navidades tenemos fotos con un Papá Noel gigante o un vídeo bailando un pasodoble. Forma parte de nuestra historia para la eternidad, siempre estará en el corazón de chicos y educadores.

Las redes sociales arden con los comentarios de cariño de tantos alumnos que han pasado por esta casa y tanto cariño y complicidad tenían con él.

Fue un honor su regreso. Demostró a todos los chicos que a esta Casa Escuela siempre podemos volver, siempre la puerta estará abierta sin reproches, ni juicios. La casa de las mil oportunidades cobra sentido con él.

Él ha sido un gran anfitrión y embajador de lo que debe ser la educación. Hace referencia también a la frase de Milani: “ Los jóvenes son generosos y se dejan matar más fácilmente por el débil que por el fuerte, por el caído que por el vencedor.”

Buen viaje señor José, su legado queda a buen recaudo en esta casa y en la memoria de todos nosotros.

Oriéntenos el camino cuando miremos a las estrellas. Rece por este mundo un poco caótico y siga cuidando a sus niñas y niños desde ahí arriba, desde ese lugar de privilegio que tiene reservado.

Contaremos sus hazañas y no nos olvidaremos de su buen corazón y su infinita sonrisa.

¡ Hasta pronto compañero ! .